Las seis guarderías públicas, pertenecientes a la Junta de Extremadura, de la capital cacereña cuentan con nuevo personal laboral desde el 2 de mayo, según afirma la Consejería de Educación. Aunque, estos trabajadores pertenezcan a la Función Pública de la Consejería de Economía y Hacienda, que convocó el concurso de traslado de personal. Aquellos empelados que contaban con una plaza fija eligieron la vacante en el centro que deseaban, entonces las listas se movieron y la ocupación del personal interino varió.

Una situación que han intentado evitar padres y madres de diferentes centros educativos y que, en primer lugar, la Consejería de Educación propuso a la de Hacienda el aplazamiento de las incorporaciones para que coincidieran con el final del curso, después de que los padres de la guardería Virgen de la Montaña, ubicada en el paseo alto, lo pidieran cuando conocieron la noticia. En concreto, manifestaron la «problemática» a través de un escrito de que los Técnicos de Educación Infantil (TEI), fueran sustituidos por otros antes de llegar al final del calendario escolar. El motivo principal es que los niños «pierden a su figura de referencia», según relatan los padres y madres de este centro. Igualmente, al llevarse a cabo el cese de los interinos, «pasan de algo muy claro como es la prevalencia del interés del menor», añade Javier Montes, uno de los padres que secundaron la protesta. «Se tratan de menores de tres meses y medio, desde que puedes incorporarte de la baja maternal, hasta los tres años», cuenta Vanesa Blanco, madre de una niña de dos años que se encuentra escolarizada en el centro. Por todo ello, destacan la importancia del «cuidado, alimentación, higiene, así como la aplicación de los programas pedagócios y actividades que atienen al desarrollo integral del niño», labor que realizan los propios técnicos. Igualmente, lamentan que se pueda provocar «un desorden organizativo, porque las nuevas incorporaciones no conocerán la situación particular de cada menor», apuntan.

Así mismo, al colectivo de padres también les parece perjudicial para los propios interinos, que han sido de los primeros en sufrir las consecuencias del cese. Además, en septiembre, mes de inicio del curso, los menores estuvieron obligados a realizar un período de adaptación de 15 días para acostumbrarse al horario, al centro y sobre todo al personal, específicamente a los técnicos. Por lo que ahora, «¿dónde está ese proceso?», se cuestiona Vanessa Blanco.

Dos técnicos de Infantil, de un total de diez, han sido sustituidos del centro Virgen de la Montaña. No obstante, no fue el único cambio que se podía percibir tras el concurso de traslados. «Parece otra guardería», señala una madre. «Conserjes, cocineros, limpiadores, técnicos. Al menos hay siete u ocho trabajadores nuevos», relata Vanessa Blanco.

Del mismo modo, los otros cinco centros también han sustituido a los técnicos de Infantil. En la guardería Fofó se han incorporado dos de seis; en La Cometa de 14, ha variado uno; en Santa Lucía cuatro de doce; en Santa Bárbara uno de cuatro; en La Rayuela dos de doce.