Comienza el nuevo curso del Seminario Diocesano de Coria-Cáceres con cifras positivas. En total, siete alumnos proseguirán sus estudios eclesiásticos superiores, tres continuarán en el seminario menor, uno en los cursos de introducción o 'propedéutico', y tres en los seminarios en familia.

Siete son también los años que suman desde que no hay ningún aspirante a sacerdote que pasa desde el seminario menor al mayor. Así, los estudiantes superiores pertenecen en su totalidad a lo que se denominan 'vocaciones tardías', es decir, los pupilos cuentan con estudios universitarios u otras ocupaciones que abandonaron para formarse en la vida espiritual.

Para Jesús Luis Viñas, representante de la Delegación de Medios de Comunciación Social del Obispado de Coria-Cáceres, la proporción es superior a temporadas anteriores "porque, a pesar de la escasez de vocaciones que acusa la iglesia en estos momentos, ha obtenido sus frutos el especial hincapié que hemos llevado a cabo potenciando la pastoral diocesana".

Por su parte, el sacerdote resalta un balance en el que se consolidan los números del 2012 y se superan los datos con respecto a los cuatro años anteriores, cuando la cantidad no superaba los dos o tres seminaristas.

RESIDENCIA TEMPORAL Un hecho que fue motivo de celebración ayer en la apertura del nuevo curso, en la que la eucaristía fue presidida por el obispo de la diócesis, Francisco Cerro y la lección estuvo dirigida por la conferencia de Isidro Catela.

Acto que inaugura una etapa en que los estudiantes que forman parte del seminario no habitan en él. Ya durante el curso pasado se instalaron en otras residencias debido a las obras de rehabilitación que pretenden reformar el actual estado del Seminario y que comenzarán en breve. De hecho, la mitad del edificio se alquiló hace seis años a una empresa que gestiona una residencia de ancianos para financiar el proyecto. Hasta que se terminen las obras, los mayores, residirán en la Casa de Espiritualidad de la Montaña y recibirán las clases en la Casa de la Iglesia.

Por su parte, los Seminaristas Menores se albergarán en una casa en la Mejostilla, perteneciente a los Padres Dominicos, y asistirán a las clases en el Colegio Diocesano.