Cuando el reloj del ayuntamiento marcó las doce en punto, en las escalinatas de acceso al Palacio Consistorial los miembros de la corporación municipal, con el alcalde a la cabeza, Luis Salaya, presidían el acto de homenaje en recuerdo a las víctimas de la pandemia, que ha azotado con especial virulencia al Área de Salud de Cáceres, don de han fallecido nada menos que 269 personas de los 506 muertos que a día de hoy tienen registrados Extremadura.

Junto a los concejales no faltaron los voluntarios de DYA, ARA, RedCor y Cruz Roja, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, el Colegio de Médicos, el de Veterinarios, el de Enfermería, la diputación, los bomberos, la judicatura, los empresarios, representantes de las cofradías, de todas las religiones, el Banco de Alimentos, los sindicatos... toda una importante representación de la sociedad civil, política y social de la capital cacereña.

El alcalde valoró que coincidiendo con el último día de luto oficial decretado por el gobierno central, Cáceres se sumara al dolor que toda la sociedad española ha sentido. Salaya destacó la labor del voluntariado, del asociacionismo, de los sanitarios y de la policía en esta dura travesía. "De esto -añadió el regidor- saldremos más pronto que nunca".

Luego se guardó un minuto de silencio, la profesora de violonchelo del conservatorio, Sara Monea, interpretó a petición de la Concejalía de Cultura, 'El canto de los pájaros' de Pau Casals, uno de los violonchelistas más importantes de todos los tiempos y que popularizó la antigua canción catalana 'El cant dels ocells' tocándola en la sede la ONU. Esta melodía terminó erigiéndose como un verdadero Himno de la Paz.