En la Edad Media no existían cámaras fotográficas, pero el Libro Becerro, con sus textos, retrata la época al detalle. Es el mayor tesoro del Archivo Municipal de Cáceres, que recoge todos los documentos desde el siglo XIII al XVI. Ayer se expuso al público

El Archivo Municipal de Cáceres es un auténtico privilegio. Desde 1229 es posible seguir de una manera encadenada y lógica el devenir del municipio a través de escrituras, bandos reales, impuestos, sesiones municipales, libros de juicios, mandamientos de pago... Los expertos hablan de verdaderos tesoros documentales, como la Carta de Fernando IV con la Concesión de las Rondas de la Villa (1341), el juramento realizado por Isabel la Católica ante el Arco de la Estrella en 1477 para guardar la villa, el Libro de Ordenanzas (1569), la Constitución de 1812, la Constitución de 1837 o el Catastro del Marqués de la Ensenada.

Entre todos ellos destaca especialmente el Libro Becerro, el orgullo del Archivo Municipal de Cáceres, que ayer fue expuesto al público con motivo del Día Internacional de los Archivos. Los ciudadanos tuvieron la oportunidad de conocerlo de cerca y de ojear a pocos centímetros sus páginas, de exquisita caligrafía. El responsable del archivo, Fernando Jiménez Berrocal, hizo de anfitrión y además ofreció una charla didáctica sobre los contenidos más interesantes de la institución histórica que dirige.

El Libro Becerro fue el auténtico protagonista de la jornada. Se trata de un códice realizado a principios del siglo XVI que recoge, copiada a mano, toda la documentación generada por el ayuntamiento desde el siglo XIII. Dicho de otro modo: la historia medieval cacereña no se podría interpretar sin él. De hecho, numerosos escritos desaparecidos se conocen hoy gracias a este libro, llamado así por estar encuadernado con piel de becerro.

Escritos singulares

Su existencia permite conocer cómo se desarrolló el concejo en la época: cuentas, propiedad de las tierras, litigios, ganado trashumante, derechos municipales... Curiosamente desapareció durante años y se devolvió bajo secreto de confesión.