El Teléfono de la Esperanza, que en Badajoz funciona desde hace 32 años, está instalado en 21 provincias españolas y en seis países hispanoamericanos, y muy pronto empezará a funcionar en Portugal. Y con otros nombres, aunque con los mismos cometidos, también funciona en Francia, Inglaterra y Alemania.

Atiende situaciones de crisis personales de forma inmediata, aunque cuando los voluntarios detectan casos que pueden ser graves los remiten a personal más cualificado. Para ello, señala Manuel Femia, el Telefóno de la Esperanza cuenta con departamentos en psicología, psiquiatría, jurisprudencia y asistencia familiar.