Los trabajadores del servicio de limpieza de la empresa Pilsa y el encargado de la misma, expresaron ayer su malestar por la falta de control que, según ellos, tienen el Ayuntamiento de Coria y la Policía local a la hora de impedir que los vehículos estacionen en la zona del mercadillo de 15.00 a 17.00 horas mientras se limpia, así como a la hora exigir a los vendedores que pongan los residuos en bolsas negras que el ayuntamiento les da para tal fin.

Los trabajadores, que se mantuvieron en el anonimato, criticaron la falta de control del tráfico. "La gente estaciona en calles que quedan por limpiar y eso nos ocasiona un transtorno muy grande", afirmaron. También se quejaron de la poca colaboración de los vendedores. "Nos encontramos con fruta podrida, cajas de zapatos y otros residuos esparcidos en la calle", afirmaron. Además, solo el 10% de los 120 vendedores usan las bolsas, dijeron. Por su parte, el encargado de Pilsa, José González, aseguró que esta situación viene desde hace tiempo y "aún no se ha solucionado nada", afirmó.

SOLUCIONES Por su parte, la edil de Servicios Municipales del ayuntamiento, Mariángeles Acosta, aseguró que en ambos casos es un asunto de concienciación. En cuanto a la basura, Acosta manifestó cada vez "son más los vendedores que utilizan las bolsas", aunque confesó que aquellos que no lo hacen "ya han sido denunciados". Aún así, dijo que el ayuntamiento incrementará el número de contenedores para facilitar la labor de los vendedores. En cuanto a los coches, Acosta aseguró que los cuatro accesos a la zona se cierran con conos, pero "hay conductores que los retiran y aparcan". Por ello, anunció que se estudia aplicar medidas más restrictivas como poner pivotes con cadenas para impedir el paso de vehículos mientras se lleva a cabo la limpieza de la zona.