Un total de ocho médicos residentes atienden este verano otras tantas consultas de Atención Primaria en la región, entre las que hay una en Cáceres, concretamente en el ambulatorio de Aldea Moret. La medida, habitual en centros hospitalarios y en los servicios de Urgencias, no se había empleado nunca en los ambulatorios, pero ha sido necesario aplicarla durante los meses de verano a los centros de salud "como una medida excepcional, destinada a garantizar la atención a los pacientes y que esperamos no tener que repetir", indicó a este diario el director general de Calidad Sanitaria, José María Vergeles. En en todo caso, valora de forma muy positiva el desarrollo "tanto por el buen resultado de la iniciativa como por el esfuerzo realizado por todos los facultativos de los centros de salud".

Esta medida es excepcional, porque viene motivada por la decisión de alargar el programa formativo de los médicos de esta especialidad de tres a cuatro años. Esta decisión se adoptó en el 2005, lo que significa que los médicos de la especialidad de atención primaria que este año deberían haber terminado su formación, aún tienen otro año de estudios por delante

En el caso de Cáceres solo fue necesario contratar a un residente, ya que el resto de las plazas vacantes durante las vacaciones estivales de los médicos se solventaron con personal de la bolsa de empleo. Se trata de un MIR de cuarto curso que desde el pasado mes de julio atiende una de las consultas del centro de salud de Aldea Moret. Su llama Antonio Alcántara y desde el centro salud destacan la diligencia con la que ha llevado a cabo la tarea. El no quiere pronunciarse sobre esta experiencia, desaprobada desde el primer momento --la presentó en enero el Ministerio de Sanidad-- tanto por los médicos como por otros estudiantes del MIR. Prueba de esto es que solo ocho de los 50 residentes de esta especialidad que podían optar a una de las plazas accedieron a hacerlo.

NO DEBE REPETIRSE La directora del centro de salud de Aldea Moret, Matilde Santos tampoco aprueba la aplicación de la medida aunque valora la profesionalidad con la que el residente a llevado a cabo la tarea. "Cuando conocimos la asignación no la rechazamos porque el residente que venía al centro de salud era de total confianza porque ya había trabajado con nosotros. Y entonces, como ahora ha tenido el apoyo de todo el equipo", señaló Santos.

La directora aseveró que la experiencia del facultativo no ha motivado quejas por parte de los usuarios. En los mismos términos se expresó Vergeles, quien agradeció que los usuarios afectados hayan logrado familiarizarse con el residente, y que, como consecuencia, "no ha habido quejas por parte de los pacientes". "En todo caso, si querían que fuera un titular de un cupo quien les viera, los pacientes lo podían solicitarlo", añadió.

La medida se mantendrá en Cáceres hasta mediados de septiembre que es cuando se recupera la normalidad en la actividad de los centros de salud.