El Servicio Extremeño de Salud (SES) para los trámites para trasladar el Punto de Atención Continuada (PAC) desde el hospital Nuestra Señora de la Montaña hasta el San Pedro de Alcántara. La paralización viene dada por la crisis del coronavirus, que ha obligado, como es lógico, a centrar todos los recursos disponibles en la pandemia. Lo que queda en el aire es si, con la vuelta a la normalidad, la decisión del cambio de ubicación seguirá en pie: «En este momento todo está aplazado pero la decisión sigue en pie, de momento», afirma el SES.

Cuando comenzara a extenderse la pandemia en la región (el área de salud de Cáceres es la más afectada) el SES había encargado la redacción del proyecto para la realización de la obra necesaria para adecuar el espacio. Se iba a instalar en el antiguo materno infantil, donde también se han trasladado los servicios de Salud Mental y Geriatría. La previsión era que pudiera estar en funcionamiento en este nuevo espacio a finales del mes de mayo. De momento no hay fecha para retomar los trabajos, todo dependerá de cómo evolucione la crisis sanitaria. Después habrá que volver a valorar.

Por lo tanto el PAC continuará prestando sus servicios desde el hospital Nuestra Señora de la Montaña, que además ahora ha vuelto a reabrir sus puertas tras cinco meses cerrado para atender a pacientes infectados por el Covid-19. Tampoco sigue delante de momento la idea de dotar a más centros de salud de estas urgencias, para que todos los barrios puedan tener acceso a ellas. En estos momentos solo hay PAC en el centro de salud Manuel Encinas, en el de Aldea Moret y en el San Jorge (Moctezuma). Para el resto de los cacereños la referencia en Urgencias era el PAC ubicado en el Nuestra Señora de la Montaña y ya se habían quejado de que, al llevarlo a San Pedro de Alcántara, se quedaban aislados.

NADA SOBRE SU FUTURO / Paralizados están también los trabajos para decidir sobre su futuro. La diputación, administración propietaria del edificio, aún no ha recibido ni si quiera las llaves del mismo, entre otras cosas porque la situación ha obligado a la Junta de Extremadura a volver a reutilizarlo como edificio sanitario. Una vez que todo vuelva a la normalidad el inmueble volverá a cerrar sus puertas y será necesaria una desinfección y limpieza antes de devolvérselo a la diputación. De momento esta última no ha dado ningún paso más (creó una comisión para debatir sobre qué utilidad darle una vez cerrado pero solo se ha reunido una vez).

Tampoco ha recibido la diputación más ofertas sobre su uso en el futuro. Hay varias alternativas sobre la mesa: un centro comercial, un hotel de lujo, una residencia de mayores o un espacio para los jóvenes y el ocio. La institución ya avanzó que darle cualquier nueva utilidad costaría al menos 20 millones de euros, que es lo que se necesita para adecuar el edificio.