Para Pedro Pérez ayer fue un gran día. Con solo 19 años y alumno de la escuela de hostelería de la Universidad Laboral, se enfrentaba a un público de lo más exigente. Era su primer festival gastronómico fuera de casa, en Sevilla, junto a otros cocineros de la asociación regional invitados por la Diputación de Cáceres a la XIX edición en el hotel Alfonso XIII, estrenado por el rey en 1929 en el corazón del casco histórico hispalense. "Venir a Sevilla significa todo para mí", decía anoche nervioso tras haber ayudado a servir a más de 150 comensales una cena con 36 variedades de platos con productos extremeños.

Con el histórico escenario del establecimiento con más solera de la capital andaluza --casi 80 años de historia-- como escaparate, la velada sirvió para demostrar el buen momento de la gastronomía extremeña. Doce establecimientos de Cáceres, Guadalupe, Arroyomolinos de la Vera, Brozas, Plasencia, Coria, Cuacos de Yuste, Plasencia y Hervás hicieron las delicias de representantes de la sociedad sevillana y del sector del turismo, haciendo olvidar los fritos andaluces y los bocados del mar para sumergirse en los sabores del interior. Carpaccio de ibérico marinado en Pimentón de la Vera, crema de boletus edulis con virutas de jamón ibérico Dehesa de Extremadura o carrillera de Ternera de Extremadura retinta confitada en aceite de Gata-Hurdes formaron parte del amplio listado de platos con las denominaciones de origen.

Orgulloso por la respuesta del público, el presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar, pudo asistir tras lograr un viaje desde Sevilla a Bruselas donde hoy estará con los tabaqueros."Hemos demostrado que podemos seguir creciendo sobre todo con vistas a los 20 años que celebraremos en el 2009", subrayó, recordando que fue la quinta ocasión que el festival traspasa la frontera extremeña tras Madrid, Barcelona, Lisboa y San Sebastián. Esta vez los cocineros hicieron de la Autovía de la Plata todo un camino gastronómico.