Si el informe municipal fuera cierto, el edificio tendría que estar desalojado". El arquitecto de la comunidad de propietarios del Wok desmonta la teoría municipal y asegura que los datos y conclusiones ofrecidos por los técnicos de Sevilla (a los que el ayuntamiento encargó que examinaran el edificio para valorar su seguridad) son erróneos e insiste en que el inmueble es seguro y que no es necesario realizar un refuerzo de separación entre viviendas. Además, subraya que de ser correcto dicho informe, el edificio ya debía haberse caído, ya que ha pasado un año desde el incidente. Precisamente hoy se cumple el primer aniversario del desplome del techo del restaurante asiático mientras comían 60 personas y que causó dos heridos.

El ayuntamiento, en base a ese informe realizado días después del accidente, obligaba a realizar un refuerzo general de la estructura de forjados del bloque número 52, y aconsejaba no realizar ninguna obra que implicara demoler tabiques o incrementar las cargas.

El técnico de los vecinos desmonta esa teoría con argumentación y documentos, que ha presentado en el ayuntamiento. "Hubo un técnico de Sevilla que hizo un informe que concluía un riesgo de colapso (derrumbe), pero se confundió. En su informe ponía que las viviendas tenían solo tres armaduras de acero, pero cuando nosotros hicimos las catas, en las mismas viguetas en las que las hicieron ellos, confirmamos que había, al menos, siete armaduras de acero". Las armaduras de acero son un elemento estructural que consiste en un refuerzo de metal que discurre por el interior del hormigón armado. El arquitecto de los vecinos comprobó que en las casas del número 52 había siete armaduras, aunque en los documentos de construcción del inmueble figuran ocho armaduras.

SOLO EN TRES VIVIENDAS "El compañero de Sevilla visitó tres viviendas, yo he visitado 28 de las 29 que hay en el edificio y todas son seguras, es más, en ninguna de las casas hay una sola fisura", explica el arquitecto de los vecinos.

También existen discrepancias en cuanto a las causas que originaron el accidente. Según las conclusiones de los técnicos de las comunidades de vecinos (uno de ellos ha colgado el proyecto en la web de la Uex), el accidente fue provocado por la sobrecarga del forjado (sobrecarga por encima de la cubierta, con nuevas capas pesadas, sobrecarga en el techo del restaurante, producida por falsos techos y por máquinas de aire, y las vibraciones de las máquinas de aire); además de la oxidación de la armadura del forjado.

Este mismo informe añade que "existe una tercera causa probable, que no se ha podido demostrar, que son los daños fisicos a las viguetas, que habrían sido causados por los anclajes del falso techo y de la maquinaria de aire acondicionado del local". "Por consiguiente --concluye-- las causas no tienen su origen en el proyecto y en la obra original, sino en reformas posteriores y en fallos de uso y mantenimiento".

Sin embargo, tal y como se detalla en este documento del arquitecto de los vecinos del número 46, en el informe de Sevilla "no apreció la oxidación de las armaduras de acero, que es una de las dos causas principales del colapso del forjado; calcula las viguetas del forjado como si fueran de hormigón armado, cuando son de hormigón pretensado, un material diferente, que le da más resistencia a la estructura y mucha más rigidez; plantea en base a hipótesis de cálculo una supuesta rotura frágil de la estructura, que en realidad se sabe a ciencia cierta que no se produjo, porque el forjado fletó con creces antes de romperse, como en su mismo informe se refleja en otro sitio". El documento concluye con la frase: "Existen, por tanto, errores que invalidan los cálculos estructurales de los informes de Sevilla".

PROCESO JUDICIAL Por todo ello, los vecinos del número 52 han iniciado un proceso contencioso-administrativo a través de su abogado, Francisco Lancho. No están conformes con las conclusiones del informe de Sevilla, que les obliga a afrontar un refuerzo del edificio en base a un proyecto valorado en 400.000 euros. En estos momentos el juzgado está recabando la información oportuna, entre ella las licencias de obra y de apertura del restaurante Wok.

Por su parte, los vecinos se niegan a ejecutar el proyecto tal y como ordena el ayuntamiento porque no pueden pagarlo. Tal y como publicó ayer este diario, han realizado ya el refuerzo de las plantas superiores e inferiores, lo que ha supuesto a cada familia un desembolso de 2.600 euros en cuotas mensuales de 651 euros; aún les falta abonar cuatro meses.

"No podemos pagarlo, pero es que además de eso lo que nos piden no es necesario. Nuestro edificio es seguro, lo avalan nuestros técnicos. El ayuntamiento es consciente de que el informe de los técnicos de Sevilla está mal pero se niega a asumir el error. Esto puede ser un problema para la ciudad porque si ejecutan las obras subsidiariamente y luego pierden el contencioso administrativo esos 400.000 euros tendrán que pagarse con fondos públicos", explican los vecinos.

Ellos aportan, además, un escrito remitido a la comunidad de propietarios en el que el ayuntamiento hace referencia a que "hay que tener en cuenta en las condiciones en que se realizó el informe", se refiere a que se hizo de una forma rápida debido a la gravedad del asunto.

Por otro lado, ayer la concejala de Urbanismo del ayuntamiento, María Eugenia García, se manifestó en relación a la información publicada ayer por este diario: "Entendemos los problemas económicos de los vecinos, pero nosotros estamos para velar por su seguridad", justificando así que el ayuntamiento haya decidido iniciar la ejecución subsidiaria de las obras de refuerzo. Este proceso, añade, se alargará en el tiempo ya que requiere la realización de un nuevo proyecto y elaborar un pliego para posteriormente sacar a concurso los trabajos.