La Audiencia Provincial de Cáceres juzga un caso de maltrato en el ámbito familiar. El juicio, iniciado ayer a las 10.30 horas, no pudo concluirse, por lo que se reanudará hoy.

Al procesado, P. L. G. M., se le acusa de un delito de abuso sexual y dos faltas de coacciones e injurias, cometidos en la persona de su esposa, hoy ya separada de él. Y por estos delitos se enfrenta a penas de entre 6 y 10 años de prisión, peticiones del Ministerio Fiscal y la acusación particular respectivamente.

La que fuera su mujer tenía 14 años cuando le conoció y 20 cuando se casaron. Pero tras 13 años de matrimonio, en junio del 2000, decidió separarse "porque ya no podía más".

Ella aseguró ayer en el juicio que soportó durante años abusos sexuales y malos tratos psíquicos por parte de su marido. Y, a preguntas del abogado defensor respecto a por qué esperó casi un año tras su separación para denunciar estos hechos, afirmó con rotundidad: "Si no lo denuncié antes fue por miedo y por vergüenza, y también por nuestras hijas, pero llegó un momento en que su acoso hacia mí era tan fuerte y constante que no pude aguantar más y denuncié".

Su exmarido, por su parte, lo negó todo. Aseguró que las relaciones con su mujer fueron siempre buenas y que nunca la forzó. "Nunca intenté mantener relaciones con ella por la fuerza, ya que cuando ella decía que no, era que no, en todos los sentidos, pues siempre hacía lo que quería".

P. L. G. M. negó que hubiese maltratado o agredido sexualmente a su mujer cuando estaban casados, y también las acusaciones de ella en el sentido de que la acosaba, insultaba y coaccionaba de forma constante cuando ya estaban separados y no vivían juntos.