¿Qué edad es la más idónea para ponerse frente a un toro? España dice que los 16 años, México no pone cortapisas. El debate sobre los niños toreros también está en Extremadura, la tierra que vio nacer a Jairo Miguel, y que hoy continúa atenta a la evolución de su estado de salud. ¿Qué dice el mundo del toro?

Antonio Ferrera pasó por la Escuela Taurina de Badajoz; empezó a torear con 7 años, con 11 debutó en Portugal y a los 17 tomó la alternativa en la plaza de toros de Olivenza. Su trayectoria se asemeja a la de Jairo. "Mi padre, en mis comienzos, siempre estuvo a mi lado porque eres un niño y te metes en un mundo de hombres", dice Ferrera, que defiende sin dobleces a Antonio Sánchez Cáceres, padre del novillero cacereño. "Un padre quiere lo mejor para su hijo y creo que su padre, aparte de que es un profesional, ha visto que su hijo tiene futuro y si aquí en España no puede, tendrá que hacerse fuera, y quién mejor que su padre". A Ferrera le parece "fatal" el reglamento español: "¿Por qué un chico de condiciones, con 12 o 13 años, se tiene que ir fuera de España?. Si se está preparado ¿por qué no torear? A ser torero se aprende toreando".

Dani Morales empezó a los 14 en la Escuela Taurina de Cáceres. Respetó la ley y no hizo las Américas. Aún así lo tiene claro: "Lo de la ley es muy relativo, hay chavales que con 15 años están más preparados que matadores de toros con dos años de alternativa". Y añade: "Lo que le ha pasado a Jairo es producto de la mala suerte porque delante del toro no hay hombre ni chico ni grande".

David Palomino quiere ser torero. El cacereño de 16 años tiene que ir dos veces a la semana a Badajoz porque la escuela de Cáceres está cerrada. Le gustaría que la ley cambiara, aunque confía en la eficacia de la formación. Emilio de Justo empezó a los 14 años y asegura que, a esa edad, "hay chavales que pueden estar preparados para novilladas picadas".

Fernando Masedo, gerente de la Escuela de Tauromaquia de Badajoz, recuerda que las escuelas ofrecen clases prácticas, festejos de formación, pero admite que el caso de Jairo "no es el único, ni el primero ni el último" y que, como sucede en otras disciplinas de riesgo, (los motoristas, por ejemplo) siempre hay gente precoz. Emilio Rey, aún director de una escuela que no funciona, reclama su reapertura en Cáceres y aunque dice que Jairo puede ser una gran figura, cree que "no es bueno acelerarse".