«Lo mejor son los hijos y luego los nietos». Así resuelven la pregunta de las virtudes del matrimonio Ángel Rosa y Guadalupe Castro. Son de Valdesalor. Se conocieron a los 19 años y se casaron en 1959. Hace 58 años. Llevan juntos más de medio siglo después del ‘sí quiero’. Ahora tienen seis nietos. Y su felicidad se cimienta en ellos -antes sus hijos-. Unos años más tarde, hace 52, se comprometieron María Redondo y Francisco Guerra. Todavía recuerdan el día de su boda: el 12 de septiembre de 1965. Desde entonces siguen juntos. Como expertos en materia, apuntan que la clave de un matrimonio duradero «es la buena convivencia», asevera María.

Los dos matrimonios fueron ayer dos de los once elegidos por las asociaciones de mayores de Cáceres para recibir el homenaje a los enlaces más longevos. Pertenecen a la asociación de Mayores de Valdesalor y de la vía de la plata respectivamente.

Gregorio Campos y Pilar Díaz (Los retoños), Domingo Berrocal y María de la Asunción Álvarez (San Marquino), Francisco Sánchez y Alicia Rubio (Plaza Mayor), Enrique Pizarro y Juana Jiménez (Real hermandad de veteranos de las fuerzas armadas), Pedro Ruiz y Ana Pulido (La Bondad), Manuel Blázquez y María Concepción Molano (Peña del Cura), Alfonso Gálvez y María del Carmen Núñez (Nuevo Cáceres), Carlos Santos y Vicenta Pulido (Hogar de Cervantes) desfilaron ante los asistentes para recibir una placa de manos de la alcaldesa Elena Nevado y la concejala de Asuntos Sociales, El coro de mayores cerró el acto. Inmaculada Cordero, portavoz de la asociación Peña del Cura agradeció la presencia de los matrimonios y la alcaldesa puso de relieve la importancia de su «implicación en la vida de la ciudad» y aplaudió sus años de enlace. «Hay que darle vida a los años y no años a la vida».