La ley del ruido es clara. El real decreto 1367/2007 recoge que los entornos de los locales no podrán superar los 55 decibelios a partir de las 23 horas. La novedad reside en que esta norma estará incluida en la nueva ley de espectáculos y ocio que se aprobará de manera definitiva en abril y en cuanto entre en vigor, lamentan los hosteleros cacereños, asestará una puñalada mortal al sector ya que les obligará a levantar sus terrazas a esa hora.

Así lo ha puesto de manifiesto a este diario la nueva asociación de hosteleros de la plaza Mayor (Areplama), un colectivo que acaba de crearse para defender los intereses del sector. Está formado por La Majá, Monumental, El Pato, 22, Sueños de Rock y El Rincón, todos locales ubicados en la principal entrada al casco histórico. Precisamente, esta semana han mantenido una reunión con el alcalde, Luis Salaya, para presentarse como colectivo y han aprovechado para trasladarle su preocupación sobre la aplicación de esta normativa. «Si nos quitan más horas, que además son las mejores, las consecuencias van a ser catastróficas, vamos a tener que cerrar», critica su presidente Carlos Talaván.

En ese sentido, alega que el colectivo ha nacido «para sumar» y asegura que son conscientes de que debe haber un equilibrio entre el descanso vecinal y el ocio, pero ponen de manifiesto que esta zona es «tranquila» y «nada conflictiva» y que se alimenta fundamentalmente del turismo.

Por su parte la asociación regional contra el ruido defiende que debe primar el derecho de los ciudadanos y el descanso aunque no descarta una futura negociación para ampliar los horarios en verano siempre y cuando se cuente con los vecinos, anota su presidente, José María Iglesias.