No hay un lugar en el mundo como el Centro de Cirugía de Mínima Invasión de Cáceres, no al menos de sus características. Por eso han intentado más de una vez llevarse a la cúpula a otros destinos, pero ellos siempre se han negado tajantemente en agradecimiento a la acogida que les brindó Extremadura. El doctor Jesús Usón es el principal impulsor, el alma del centro, con un equipo incondicional a su lado. Solo el pasado año un total de 1.640 investigadores de medio mundo acudieron para conocer las últimas técnicas de la cirugía en general y de la cirugía mínimamente invasiva en particular.

Todo empezó en 1986, cuando Jesús Usón, por entonces un joven profesor de Cirugía y director de la Escuela de Cirugía Experimental Aragonesa, recibió la llamada de los responsables de la Universidad de Extremadura. Le ofrecieron una cátedra de la recién creada Facultad de Veterinaria en Cáceres. El aceptó a condición de venir con tres compañeros investigadores y montar un centro experimental en microcirugía, puesto que Usón ya estaba a la vanguardia mundial de endoscopia y laparoscopia flexible.

El centro se inauguró en 1995, y diez años más tarde estrenó su actual sede con instalaciones de última generación. Ya han acudido 12.500 investigadores de numerosos países desde su apertura, siempre en pequeños grupos de especialistas para aprender los últimos avances. Paralelamente, Jesús Usón ha recibido ofertas de cátedras en universidades de Madrid y Barcelona, incluso le han propuesto montar un centro mayor en Aragón. Pero él lo ha rechazado sin más. "Soy una persona de palabra dedicada a la ciencia, no al comercio. Yo estoy comprometido con Extremadura y con el proyecto, no traicionaría nunca el esfuerzo de esta tierra, y seguiré luchando aquí", afirma convencido. Queda claro por qué ha sido reconocido con la Medalla de Extremadura y con el título de Hijo Adoptivo de Cáceres, entre otros.