La asociación de vecinos Sierridos reclamó ayer la construcción de un acerado que comunique esta zona residencial con el colegio San Antonio. Según explicó su presidente Francisco Javier Bermejo, para llegar hasta el centro educativo hay que cruzar por un descampado de una finca privada de alrededor de 150 metros, lo que dificulta el acceso para los peatones. "Hay que ir en transporte público o privado. Resulta un poco raro", apuntó.

Con motivo de la tradicional parrillada de navidades, el colectivo recordó también que sigue pendiente la recepción del residencial que obliga a los vecinos pagan unos 30 euros mensuales de comunidad por la recogida de basura, la limpieza de calles o la reposición del alumbrado. En la zona viven, según esta asociación, unos 150 residentes.

Asimismo, Bermejo incidió en la necesidad de contar con un parque junto a los depósitos de Repsol, una cuestión pendiente al igual que el acceso al barrio desde la rotonda del hotel V Centenario, que ya ha sido aprobada y con la que se evitaría tener que dar un rodeo para poder entrar en la Sierrilla.