La revisión prevé la conservación de la Sierrilla, que a muy largo plazo quedaría rodeada de suelo urbano, y la Montaña como espacios verdes y la consecución de los terrenos por parte del ayuntamiento con el desarrollo de los nuevos espacios residenciales en otras zonas de la ciudad. Los propietarios de Montaña y Sierrilla se adscribirían a las agrupaciones que se crearían para desarrollar los nuevos suelos residenciales, participarían de los beneficios y a cambio aportarían sus terrenos, que se cederían al consistorio.