1. SIERRA DE GATA

Al noroeste de la Provincia de Cáceres, la comarca de Sierra de Gata es un referente natural y paisajístico, destino de numerosas especies ornitológicas, con espacios tan importantes como la Reserva Biológica del Buitre Negro del Árrago. Pero también constituye un gran observatorio natural para disfrutar del cielo.

La guía ‘Extremadura, paisaje de estrellas’, recomienda la Almenara de Gata como punto de observación principal e indica la forma de acceder, preferiblemente con todoterreno. Aquí se puede contemplar un cielo realmente oscuro, ideal para pasar horas analizando el firmamento y tomar fotografías.

Se recomienda observar la Vía Láctea de verano. Es posible ver desde la constelación de Escorpión hasta la constelación del Águila. El centro galáctico (constelación de Sagitario) destaca como la zona de mayor densidad estelar. A la derecha de Sagitario destaca el complejo de nebulosidades claras y oscuras de Escorpion-Ofiuco.

La guía recomienda otros tres puntos de observación del cielo en la comarca: el Castillo de Trevejo, el Embalse de Rivera de Gata, y la ermita de Dios Padre (Villanueva de la Sierra). Al margen de las estrellas, también aconseja visitar el castillo de Santibáñez el Alto, la Reserva Ornitológica del Embalse de Borbollón y los cascos históricos de San Martín de Trevejo, Gata, Trevejo, Hoyos y Robledillo.

7. EL GEOPARQUE

Declarado Geoparque Mundial de la Unesco en 2015, este espacio protegido de Villuercas-Ibores-Jara es un espejo de la Extremadura de hace 600 millones de años, con espacios geológicos únicos que intercalan altos y llanos y que dan lugar a formaciones naturales que explican la evolución de los tiempos.

La zona principal de observación es el risco La Villuerca (1.603 metros). Se accede por una carretera con desniveles espectaculares, hasta llegar a una pequeña base militar abandonada, un helipuerto y una explanada con vistas panorámicas sobre el entorno. En este punto el cielo es muy favorable a las observaciones. Se aprecia la Vía Láctea desde la constelación de Sagitario hasta la del Cisne. La nebulosa Norteamérica puede ser intuida a simple vista.

En el Geoparque hay otros observatorios naturales como la dehesa de Navatrasierra, la ermita del Humilladero y el Pozo de las Nieves (Guadalupe).

6. VALLE DEL AMBROZ

Esta impresionante comarca roza el cielo con sus picos superiores a los 2.000 metros, combinados con llanos que dan lugar a bellos paisajes de castaños, encinas y pinos. El principal punto de observación es el Corral de los Lobos, en La Garganta, al que se llega por una carretera ascendente hasta culminar en una zona donde la vista se abre y aparece una magnífica panorámica del entorno y el cielo.

Es posible observar la Vía Láctea desde la constelación de Sagitario hasta la de Perseo. En el cenit se encuentra la del Cisne, que junto con la Lira y el Águila forman constelaciones emblemáticas con sus estrellas principales Deneb, Vega y Altair. Es el conocido Triángulo del Verano.

Otros puntos de observación son el Pozo de Nieve (La Garganta), el puerto de Honduras y el Monumento de Montañeros.

5. VALLE DEL JERTE

Situado en Gredos, entre gargantas, ríos y castaños, se trata de un paraíso para asomarse al universo. La zona de observación principal es el puerto de Tornavacas, con una oscuridad y calidad del cielo soberbias. Se puede contemplar la Vía Láctea invernal desde las constelaciones de Orión y el Gran Can, pasando por la Vía Láctea boreal (Casiopea, Perseo y Auriga) y la galaxia de Andrómeda, el objeto celeste más lejano distinguible a simple vista. Otros puntos excepcionales de observación son Peña Negra, la Cascada del Caozo y el Mirador de Piornal.

4. TIERRAS DE GRANADILLA

El embalse de Gabriel y Galán remansa las aguas del río Alagón y sus cielos son idóneos para deleitarse con un firmamento inabarcable. La zona de observación principal se localiza en El Anillo, un centro internacional de innovación deportiva situado en una península del embalse. Durante los meses de otoño-invierno destaca el doble cúmulo de Perseo, que agrupa dos enjambres de estrella. Con unos prismáticos se muestra su verdadera naturaleza estelar, y con un telescopio se puede tener una visión espectacular. Existen dos puntos de observación alternativos en la ciudad romana de Cáparra y la villa medieval de Granadilla.

3. TAJO Y SIERRA DE SAN PEDRO

Esta reserva de la biosfera, muy conocida por su liderazgo en el sector del corcho, goza de una situación excepcional en la raya hispano-lusa. Ofrece bellos parajes donde conviven numerosas aves con un patrimonio histórico y gastronómico excepcional. Aquí se enclava uno de los conjuntos megalíticos mejor conservados. Precisamente, el dolmen de los Mellizos es la zona principal de observación del cielo. Para llegar desde Valencia de Alcántara hay que seguir la carretera de Portugal, tomar la salida de la Aceña de la Borrega, dirigirse al camino de la Data y tras un repecho se visualiza el dolmen.

En este enclave se aprecia la gran constelación de Orión, verdadera Capilla Sixtina del firmamento de invierno. La nebulosa de Orión, cuna de estrellas recién nacidas, con capacidad para formar todavía más de 3.000, puede observarse a simple vista y con prismáticos (1.500 años luz). La guía recomienda otros puntos para contemplar el cielo en la comarca: dolmen de la Tapada del Anta (Valencia de Alcántara) y el Menhir del Cabezo (Alcántara). Asimismo, invita a visitar los dólmenes del Argamino y el Torrico (San Vicente), que destacan por su construcción y situación relacionada con la interpretación primitiva del firmamento.

2. MONFRAGÜE

Forma parte de los quince parques nacionales de España, está declarado reserva de la biosfera por la Unesco y hace un año estrenó el certificado de destino turístico Starlight, que acredita aquellos espacios que poseen una excelente calidad de cielo e incorporan la observación del firmamento como parte de su patrimonio natural, paisajístico, cultural o científico, y fomentan, a su vez, el ‘turismo de las estrellas’.

La principal zona de observación está en la Portilla del Tiétar. El acceso se realiza por una carretera a través del parque nacional. Sobre el horizonte se vislumbran algunas zonas iluminadas por poblaciones cercanas, pero la calidad de observación es notable. Se puede disfrutar de una panorámica de la Vía Láctea desde la constelación de Sagitario, a la izquierda (sur-suroeste), hasta la constelación de Perseo, a la derecha (noreste). En el cenit (punto más alto del cielo) se encuentran las constelaciones de Cisne y Cefeo. Las nebulosas M17 (Omega) y M16 (Águila), situadas en las constelaciones de Sagitario y Serpens Cauda, son visibles a simple vista como unos grumos de materia situados en plena Vía Láctea. Con prismáticos comienza a apreciarse su estructura y un telescopio de más de 15 cm de abertura revelará detalles de su interior.

Otros miradores celestes de la zona son el Salto del Gitano, el Observatorio Astronómico de Torrejón el Rubio y el Castillo de Monfragüe.