"Los fanáticos atacan a las sociedades democráticas para intentar doblegarla. Y lo hacen obscenamente, jugando con la vida humana. Buscan dejarla sin conciencia del bien y del mal. Buscan la irrelevancia de las víctimas. Para ellos son un juguete. Con los extremeños han pintado mal. Nos caemos y nos levantamos. Este monolito es un punto importante, ejerce como un símbolo que nos repara, como un descanso moral directo a los afectados". Con estas palabras comenzó su discurso, durante la inauguración del monumento, la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundúa. Un discurso basado en la condena de los actos terroristas, en la lucha por la paz y en el agradecimiento porque, con actos como el de ayer, "la sociedad demuestra que está con nosotros", dijo.

"El monolito avisa a los fanáticos de que no nos engañarán. Es un trabajo colectivo que simboliza nuestro abrazo compartido, nuestro compromiso contra cualquier amenaza fanática. Simboliza la fortaleza que nos da respetar las leyes y los derechos humanos. Gracias de todo corazón", concluyó.