Simoneta Gómez-Acebo estuvo ayer en Cáceres para respaldar con su presencia la llegada de los productos de Cartier a la joyería Nevacam.

--¿Conocía Cáceres?

--Sí, aunque conozco más Trujillo porque he estado más veces.

--¿Qué es lo que más le ha gustado?

--Lo que más nos impresionó a mi marido y a mí fue el casco antiguo.

--¿Desde cuándo colabora con Cartier?

--En enero hará 18 años que trabajo con ellos. Nos ocupamos de todo lo que es relaciones públicas y prensa para España y Porturgal.

--Cartier es una marca considerada de lujo ¿El lujo es algo positivo?

--No el lujo en sí. Esto es una empresa también. Que la gente compre este tipo de artículos hace que funcione toda la industria que hay detrás. Puede ser una frivolidad el uso que se le da a una joya. Pero la industria no lo es.

--¿Cuál es la diferencia entre el lujo y la ostentación?

--El lujo no siempre conlleva la ostentación. Y la ostentación no siempre conlleva lujo. Son dos conceptos muy diferentes. No porque algo sea lujoso tiene que ser ostentoso. Puede ser sobrio y ser lujoso.

--¿Para ser elegante hay que usar productos de marca?

--No. Yo creo que la elegancia es saber qué le va bien a uno. Yo creo que un buen consejo es elegir siempre menos que más. La gente confunde ir bien vestido con ser elegante y no es lo mismo. Es la persona la que es elegante, no la ropa que lleva.

--Dedica parte de su tiempo a iniciativas solidarias. ¿A alguna en particular?

--Colaboro ahora más con Horizontes Abiertos, la fundación del padre Garralda que se dedica a cuidar enfermos de Sida y madres que están en la cárcel con niños pequeños. Se intenta conseguir que vivan fuera de las cárceles mientras tienen los niños pequeños porque aunque ahora ya sólo están en prisión hasta los tres años, al niño le sigue marcando ese paso por la cárcel. También colaboro con Nuevo Futuro, con mi madre, que se fundó el año que yo nací. Se trata de ayudar a niños que están privados de ambiente familiar, no tienen por qué ser huérfanos.

--¿Qué es lo más incómodo de ser un personaje conocido?

--Quizás la falta de anonimato.

--¿Qué es lo más cómodo de ser un personaje conocido?

--Ventajas, salvo poder reservar mesa en un restaurante, no tiene demasiadas.

--¿No tiene la sensación de recibir a veces un trato preferencial?

--Quizás, pero yo nunca pido ese tipo de trato. Yo viajo mucho por trabajo con compañeros. Y siempre nos han tratado igual a todos.

--Ha habido mucho revuelo en las últimas semanas en torno a la monarquía. ¿Cree que la institución tiene buena salud?

--Yo creo que goza de mucha mejor salud de lo que ha reflejado la prensa. Creo que treinta o cuarenta personas que manifiestan su opinión, que por otra lado pueden hacerlo, no tienen que poner al país en danza en una cuestión tan segura para los españoles como es la monarquía.