´Como voy a creer que el mundo es una ruina, aunque lo sea´, ya lo decía Mario Benedetti. Fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos. ¿Hasta qué punto somos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor? Está claro, que en una gran parte de las ocasiones, sí lo sabemos, e incluso podemos sentirlo por su proximidad, pero ¿merece la pena hacer algo? He aprendido de todo esto que pintar uno de los robustos toros de Osborne no tiene gran importancia, la importancia es luchar por lo que uno cree.

Vivimos en una sociedad conformista. Que interesante es que se queden las quejas en casa, en los bares... Cuando nos damos cuenta, tenemos sed, pero el agua ya está estancada. Tras haber reivindicado la ´apatía´ cultural en Extremadura, y mi lucha personal por los acontecimientos sociales del momento, quería aclararle don Alvaro Valverde: que mi queja no se dirige directamente a la oferta cultural, sino al poco interés de los ciudadanos de la región, estará usted de acuerdo conmigo, señor Valverde.

Bien es cierto que tengo conocimiento de los distintos acontecimientos culturales que ofertan las instituciones, por suerte he tenido el privilegio de participar en algunos de ellos. No le hablo desde el desconocimiento. Xeroftalmia, mientras leía uno de los artículos de prensa, cual fue mi sorpresa, cuando se comparó ´La pintada´ como muchos dicen, con pintar una iglesia, un monumento etcétera. Usted señor subdelegado de gobierno, no conoce nada de mi.

Que confundido está, y a mi parecer está desde luego, infravalorando su patrimonio artístico y el de todos haciendo este tipo de comparaciones. Debo anotar, que hasta la fecha de hoy, nunca he dañado ningún bien cultural, física ni visualmente, quizás por mi ética profesional nunca lo haga. Intento meditar y después actuar; por el contrario, otros prefieren hablar y finalmente meditar. He ahí el error.