Se enfrentaban todos a penas de entre cuatro y cuatro años y medio de prisión, pero han resultado absueltos. Se trata de nueve de los 15 detenidos en la operación contra el tráfico de drogas que la Guardia Civil llevó a cabo entre julio y octubre del año pasado y que, a raíz de la investigación de que estaba siendo objeto Enrique Aragón, y la intervención de su teléfono, se les consideró implicados en un grupo organizado dedicado a la compra-venta de hachís. Fueron detenidos, encarcelados durante algunos días, puestos en libertad, juzgados y, finalmente, absueltos. Ellos proclamaron durante el juicio su inocencia, y así se ha hecho.

La mayoría de estos nueve acusados reconocían haber comprado alguna vez droga a Enrique Aragón, pero afirmando que era para consumo propio, pues acreditaban ser toxicómanos. El juez alega, respecto a éstos, que "aparte de lo que se deduce del análisis de las escuchas telefónicas, no existen otras pruebas que de modo independiente pudieran incriminarles". Y se concluye que, "en ausencia de otras pruebas no contaminadas, no podrá asegurarse que las sospechas que los agentes obtuvieron a raíz de las escuchas y a tenor del contenido de las conversaciones, hubieran cristalizadoen un hecho delictivo".