Desde el viernes 13 de marzo, un día antes de que se decretara el Estado de Alarma, cuelga de sus ventanales un cartel en el que puede leerse: «Próximamente con vosotros». Pero la apertura nunca llega. Desde que se inauguró, en septiembre del 2016, el Granier de la Cruz de los Caídos se había unido a la lista de locales en los que los cacereños quedan para tomar café, a juzgar por la cantidad de clientes que lo frecuentaba a cualquier hora del día. Pero la pandemia también ha causado estragos a este negocio y su propietario, Jorge Gómez, teme verse obligado a cerrarlo para siempre. La cuentas no le salen.

¿La razón? Que el ayuntamiento no termina de concederle el permiso para instalar una terraza. Lo solicitó en mayo y aún continúa tramitándose. Quiere colocarla justo enfrente, en el espacio donde se encuentran los contenedores, pero el gabinete técnico de la Policía Local (encargado de realizar el informe de viabilidad), tras una primera inspección, desaconseja su instalación porque el lugar no es seguro.

Estima, tal y como informó ayer el concejal de Urbanismo, José Ramón Bello, que se trata de un espacio donde hay aglomeraciones de personas a ciertas horas porque convergen una parada de autobús y otra de taxi; y la colocación de la terraza dificultaría el tránsito. Esta resolución se comunicó al empresario, al que se pidió que hiciera alegaciones. La concesión de licencia se encuentra aún en ese trámite.

Jorge Gómez remitió un proyecto en el que solicitaba permiso para colocar seis veladores. Era la única forma que había encontrado para poder salvar el negocio porque abrir el local solo con mesas en el interior no le es rentable. Si cumple las medidas de seguridad, solo podría poner cinco mesas, o lo que es lo mismo, diez clientes consumiendo (antes tenía 18 mesas): «Así no podemos abrir, con el alquiler tan alto que pagamos en ese sitio (tiene que hacer frente a él aunque no esté operativo) no merece la pena para que quepan diez personas», apunta este empresario. «Me dicen que lo están tramitando pero no entiendo cuál es el problema. Hay sitios en los que han suprimido aparcamientos para colocar una terraza o las han permitido en aceras mucho más estrechas que la mía», se queja Jorge Gómez.

Situación crítica

Situación críticaGestiona otros locales de hostelería en la ciudad y la situación que atraviesa, como el resto de sus compañeros de profesión, es «crítica»: «Si no me dan la terraza nos planteamos no volver a abrir, pero de esto viven también familias», se lamenta. Actualmente los diez trabajadores que tiene el local se encuentran en Exediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

La situación que sufre este empresario afecta también a más hosteleros de la ciudad, a los que, por las características de la zona en la que tienen sus locales, no se les permite instalar terraza. Ocurre, por ejemplo, en Pizarro o en La Madrila. El ayuntamiento ha concedido este año más de 220 permisos de veladores, muchos de ellos otorgados de manera extraordinaria a empresarios que lo solicitaron durante la pandemia. Todos, aclara el edil, contaban con los informes favorables de la Policía Local.

Estas licencias se mantendrán «mientras duren las consecuencias del coronavirus», tal y como avanzó ayer el concejal de Urbanismo. De esta forma, podrán renovar el permiso a partir del 1 de octubre, cuando se abre de nuevo el plazo de solicitud.