Las centrales sindicales CSI-CSIF, UGT y CCOO con representación en el Ayuntamiento de Cáceres han vuelto a reaccionar, esta vez de una forma mucho más enérgica, contras las recientes declaraciones del concejal de Obras, Joaquín Rumbo, en las que culpa al arquitecto municipal, Santiago Murillo, de los retrasos de varios proyectos municipales. Fue el pasado jueves cuando el edil, en una entrevista con EL PERIODICO, se refirió otra vez a Murillo como principal responsable de la ralentización en la construcción de la sede vecinal de Hispanoamérica.

En este sentido, el colectivo de trabajadores municipales representados y apoyados por sus respectivos sindicatos, manifiestan "su protesta contra el trato dado por el concejal a dicho funcionario, con el cual se pueden identificar todos los empleados públicos del ayuntamiento. Creemos --aseguran las centrales en un comunicado-- que las acusaciones realizadas contra los trabajadores de manera tan gratuita, atentan contra la dignidad, honorabilidad y demás derechos fundamentales de los mismos".

Los sindicatos piden, de forma concreta, que por parte de la corporación municipal y sus miembros "se sigan los cauces legales reglamentarios para cualquier actuación que se pretenda efectuar contra cualquiera de los trabajadores de este ayuntamiento, si por las causas e incumplimientos que presumiblemente se estime que incurran en el desempeño de sus funciones, en aquellas instancias en las que podremos defender debidamente la actuación de todos los empleados municipales en condiciones de igualdad y legalidad, y no se recurra de forma vulgar y gratuita a realizar comunicados infundados y ofensivos".