"La he liao parda" se convirtió en la frase más sonada del pasado agosto. Era la forma en la que aquella socorrista de San Sebastián de los Reyes resumía el incidente que había causado en la piscina al mezclar dos productos químicos erróneamente. Alejados de las pantallas de televisión, son muchos los jóvenes que han conseguido obtener el título de primeros auxilios y se han enfrentado a pruebas acuáticas para poder mantener la seguridad de nuestras piscinas. David Acedo tiene 26 años y trabaja como socorrista en las instalaciones de Guadipark.

"Me gustaría ser bombero. Ejercer de socorrista me puntúa bastante para las oposiciones", dice con vistas al futuro. "Lo que menos me gusta de este oficio es el temor a que pueda pasarle algo grave alguien", declara el joven que ejerce esta labor desde hace tres años. Según Acedo, la actuación más común de los socorristas en Cáceres es la de "curar heridas", pero aún así, se ha enfrentado a situaciones más complicadas. "Hace poco tuvimos que salvar a una niña que no sabía nadar y se estaba ahogando", se lamenta. Sin embargo, declara que "el ayudar a la gente me llena como persona".

Parque del Príncipe

En la piscina municipal del Parque del Príncipe los turnos se hacen por parejas. José Alberto Gómez Moreno, de 21 años, consiguió su título a través de la Federación Extremeña de Salvamento. "Si tienes una buena preparación física, el socorrismo es una de las mejores opciones para estar ocupado en verano", apunta el joven. "Lo peor son las faltas de respeto cuando llamamos la atención", declara Gómez Moreno. Su compañera, Lidia Moreno, tiene 23 años y consiguió el título a través de la Cruz Roja. "Lo que menos me gusta es estar tantas horas seguidas en la piscina", declara la socorrista. A pesar de considerar que las piscinas de Cáceres son seguras, resaltan que "siempre hay cosas que se podrían mejorar". También coinciden en que el mejor momento del día son las mañanas. "Los bañistas que vienen por la mañana se acercan a nosotros y poco a poco van cogiendo confianza", declara Gómez, mientras su compañera asiente con la cabeza. "Por la tarde hay más adolescentes, que por lo general desobedecen más", se lamenta Lidia Moreno.

Con respecto al mito del socorrista ligón , reconocen que "es cierto que conoces a más gente", pero muchas veces solo se acuerdan de ti "porque un día les echaste a la calle", comentan entre risas. El encargado de socorrer en la piscina de Aldea Moret es Pedro Alías, un estudiante de 23 años que está a punto de finalizar Ciencias del Deporte por la Universidad de Extremadura. "El socorrismo es un buen trabajo tanto para tu formación profesional como para sacarte un dinero en verano", declara este joven amante del deporte que, desde 2006, ha ejercido como socorrista en varias piscinas de la geografía extremeña. Hay días en los que está casi vacía y para combatir el aburrimiento se refugia en sus libros de lectura. Quizás alguno de estos socorristas cacereños se convierta en el protagonista de los vídeos de You Tube más visitados. Esperemos que el motivo sea una proeza y no "liarla parda".