La plaza de la Soledad descubrió ayer su nueva imagen: pavimento renovado, maceteros, bancos y, sobre todo, una fuente que protagoniza el espacio y que ocupa el muro de la casa situada entre las calles Soledad y Hornos. Ayer se retiró la valla que rodeaba la zona en la que se ha acometido la intervención durante más de 10 meses y que durante las últimas semanas estaba a falta de instalar un nuevo contador eléctrico que permitiera separar la iluminación artística de la que alumbrará a la fuente ornamental.

La actuación en la Soledad forma parte de las obras del proyecto Intramuros, uno de los ejes estratégicos de la candidatura de Cáceres 2016, y ha contado con un presupuesto de 180.000 euros a cargo del primer Plan E. La reforma ha durado diez meses, en los que no ha faltado la polémica: primero por la paralización de las mismas, después de que la empresa a la que se habían adjudicado quebrara, y más tarde por los problemas que ocasionaba a los desfiles procesionales durante la Semana Santa.

La intervención quedó paralizada antes de abril fue adjudicada después a Santano, que se ha hecho cargo de culminar la intervención.