Desde las ventanas donde están situadas las oficinas de gerencia del Ruta de la Plata, los trabajadores pueden ver cada día una urna gigante instalada en la plaza del centro comercial. Se ha convertido en una especie de reto para ellos. Se trata de urna cilíndrica de metacrilato, de dos metros de alto por uno de diámetro. En ella caben cinco millones de monedas de un céntimo, cifra idéntica a la de personas que visitan en un año las instalaciones de la calle Londres. Con una sencilla regla de tres podemos calcular que si cada persona que pasa por allí deposita un céntimo, la urna se llenaría en doce meses.

El dinero que se recaude será destinado a la Asociación Española Contra el Cáncer, para adecuar un terreno y un chalet que tiene en el Monte del Casar y convertirlo en un campamento oncológico infantil.

Dori Flores es la adjunta de gerencia del Ruta de la Plata. En la mañana de ayer se acercó a la urna a depositar un puñado de monedas que habían reunido entre los compañeros. "Todos los días, los que trabajamos aquí juntamos todos los céntimos que nos van sobrando, nunca nos llevamos a casa uno solo, unas veces los echo yo, otras veces el de seguridad... estamos muy motivados con este proyecto, nos parece una causa muy importante; yo tengo hijos y el cáncer nos puede tocar a cualquiera", asegura Flores.

Trinidad, como muchos otros días, se ha acercado a hacer sus compras al centro comercial. Al pasar por la enorme urna se ha detenido y ha echado unas monedas. Colabora con la asociación siempre que puede. "Se mueven mucho y realizan una labor muy importante", destaca. Valora que "todo el mundo conoce a alguien que ha pasado por el trance de la enfermedad, un familiar o un amigo", de ahí la importancia de involucrarse en esta causa.

Aún se necesita mucho dinero y la gerente del centro comercial, Rocío Pérez, explica que se emprenderán nuevas iniciativas para que la urna se llene rápidamente. Si se logra el objetivo antes del año, "pues se vacía para que se vuelva a llenar", asegura. Mucha gente deposita billetes, aunque las monedas se los comen . "Pero que no se preocupen, que nosotros los cambiamos por monedas", aclara.

Delfín Hernández, presidente de la asociación contra el cáncer, está muy ilusionado con el proyecto de esta ciudad oncológica pediátrica. No sabe cuando se conseguirán los fondos pero está seguro de que será una realidad porque estos niños "se merecen la oportunidad de disfrutar quince días de un sitio como Cáceres."