La provincia de Cáceres, y por extensión Extremadura, solo han recibido una visita del Pontífice a lo largo de los siglos. Fue el 4 de noviembre de 1982, cuando Juan Pablo II llegó al Monasterio de Guadalupe y desde allí evocó la obra misionera de España en Hispanoamérica. Lo hizo en el contexto de su viaje por España.

Veinte mil personas acudieron a la puebla para poder ver al Papa y escuchar su homilía, en la que recordó a los extremeños emigrados a otras tierras. Juan Pablo II disfrutó después de los cuadros de Zurbarán y de las joyas artísticas que alberga el monasterio.