Insiste la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (Selae) en ese slogan tan acertado que tanto identifica al Sorteo Extraordinario de Navidad: ‘El mayor premio es compartirlo’. Porque desde hace décadas, el gran sentimiento que inspira la lotería del 22 de diciembre es que toque a uno mismo pero también a los que le rodean. «Los números de este sorteo se suelen compartir más que otros, bastante más, especialmente con la familia, los amigos y los compañeros de trabajo», indica Montaña Rodríguez, titular de la administración ‘La suerte de San Jorge’, que se ha trasladado desde San Antón al número 29 de la calle Pintores.

El sentimiento de la lotería compartida también anima con fuerza la división de los números en distintas participaciones, «sobre todo en tiendas, clubes deportivos, colegios...», matiza la propietaria. Esta tendencia, que había flojeado a causa de la crisis, vuelve a ganar fuerza.

Quizás ese ánimo de compartir la lotería con los demás (y por cierto, de no quedarse fuera de un posible reparto) es uno de los que más alienta las compras de décimos en Navidad. «Este año las ventas van fuertes, la verdad es que estamos muy satisfechos con el traslado», subraya Montaña Rodríguez.