Vía libre al sacerdocio femenino. Una encuesta realizada entre diversos colectivos cacereños por un foro de católicos arroja una abrumadora mayoría a favor de que las mujeres puedan celebrar misas como cualquier otro hombre. El sondeo, realizado entre sanitarios, profesores, alumnos de centros de enseñanza y de la universidad, y en parroquias de la ciudad desvela una posición muy favorable a que el ministerio sacerdotal pueda ser también femenino.

Esta conclusión se extrae tras haber realizado un total de 192 consultas en las que, entre otras cuestiones, se planteaba cuál debería ser el papel de la mujer dentro de la Iglesia. 156 se mostraron partidarias de que éstas pudieran ser sacerdotes con todas sus funciones, muy lejos de las 29 que opinaron que podrían celebrar la liturgia de la palabra y administrar la comunión donde hubiera escasez de sacerdotes, pero siempre que fueran religiosas.

El resto de las respuestas ofrecía posturas bien distintas: 14 afirmaron que su función debería ser mantener limpio el templo y a punto para las celebraciones, 13 indicaron que visitar a los enfermos y ayudar en las obras sociales y 11, que su labor es dar la catequesis y formar parte del coro y los equipos de liturgia. Los contrarios a que las mujeres pudieran ejercer el sacerdocio argumentaron su oposición porque por tradición o costumbre los sacerdotes siempre han sido los hombres, que la Iglesia debe tener sus razones teológicas o la posibilidad de que las mujeres asuman el mismo papel que los diáconos.

En el sondeo se plantean otras preguntas como los motivos de la falta de vocaciones sacerdotales, entre las que destacan la falta de evolución de la Iglesia en relación con la sociedad (109): a la falta de formación en el compromiso de cualquier tipo --familiar, social, cultural, político o religioso-- que se da a los jóvenes (105); a la obligación del celibato (61) y a la sociedad consumista en la que estamos inmersos (45).

Sobre el papel de los laicos, la encuesta arroja mayoritariamente que deben formarse y profundizar en la fe cristiana y difundir el mensaje de Jesús.