La instalación de dos nuevos sistemas de identificación de matrículas para la detección de infracciones (fotorrojos) tendrá que esperar. El concurso que había convocado el ayuntamiento para la conservación y gestión de las instalaciones semafóricas de la ciudad está suspendido. En esta licitación se preveía que la nueva empresa adjudicataria del contrato colocaría este sistema de control y sanción de conductores en dos nuevas intersecciones.

Hoy la comisión informativa de Urbanismo y Contratación del ayuntamiento dará su conformidad a la continuidad del contrato que desde 2014 se tiene con Sice, que es la actual adjudicataria del contrato. Esta relación ha concluido al finalizar los seis años de duración del mismo. Por ese motivo se había convocado la nueva licitación que se ha suspendido. El contrato con Sice se prorroga ahora por más tiempo porque el ayuntamiento no tiene medios para prestar directamente este servicio, que no solo afecta al mantenimiento de los semáforos, sino también a la sala de control del tráfico que está en la jefatura y al sistema de restricción de accesos en calles del centro.

Los cuatro fotorrojos que hay instalados en Cáceres los puso Sice con cargo al contrato que ahora se prorroga. Los colocó en Hernán Cortes con José Luis Cotallo, en Hernán Cortes en su acceso a la plaza de Argel, en Antonio Hurtado con plaza de América y en Antonio Hurtado con Sánchez Manzano. El nuevo concurso fijaba dos nuevas ubicaciones que se sumaban a las anteriores: en la avenida Ruta de la Plata, en su cruce con Virgen de Guadalupe, y en Virgen de la Montaña, en su cruce con la fuente Luminosa y la avenida de España.

El concurso se suspendió en enero porque las estimaciones económicas de su coste hacían inviable su ejecución. Entre los costes que debía asumir el adjudicatario estaban los de personal (los siete trabajadores adscritos al servicio que se tenían que subrogar con el nuevo contrato). El coste anual de los siete era de 169.074 euros, solo 12.743 menos que el precio que se calculaba para todo el servicio, que en los pliegos se cifraba en 181.818 euros. Esto hacía inviable cualquier oferta porque con esos 12.743 euros no daba para cumplir con el resto de condiciones de la licitación (vehículos, maquinarias, nuevos sistemas de control, gasto oficina...).

LOS PRIMEROS EQUIPOS / Los cuatro equipos de fotorrojos que instaló Sice entraron en servicio en agosto de 2015. Esto tuvo un efecto en la recaudación que por multas sacó el ayuntamiento en 2016, año en el que se reconocieron ingresos por 1,1 millones de euros, más del doble que el año anterior, aunque esta progresión se paró en 2017, cuando se reconocieron derechos por 924.000 euros, y en 2018, cuando bajó hasta los 633.000 euros.

El contrato con Sice concluyó el pasado 21 de enero, ese día se cumplieron los seis años de máximo que tenía esta relación. Pero se sigue prorrogando porque la nueva ley de contratos lo admite hasta la adjudicación de uno nuevo y con un límite máximo de nueve meses. Otro argumento es que el ayuntamiento no dispone de medios propios, por lo que se tendrá que mantener hasta la adjudicación del nuevo. En el presupuesto de 2020 hay una partida de 220.000 euros para financiar este servicio.