La polémica por el futuro abastecimiento de agua a Cáceres desde la presa de Portaje se ha vuelto a reavivar. Mañana se aprobará en el pleno del ayuntamiento una moción del PP en la que se pide otra solución de abastecimiento, que se retome la presa en el Almonte, y que si finalmente no se puede desestimar Portaje que su coste, la inversión está ahora en 61,5 millones, no se repercuta en el recibo del agua de los cacereños, ya que en caso contrario el gobierno local asegura que se opondría a que se suministrase agua de Portaje (otra cosa es que haya un periodo de sequía y el trasvase sea la única opción).

Por ahora no hay indicios de que haya cambios o que se vaya a hacer una excepción en la Ley de Aguas para no repercutir el coste al ayuntamiento o que no se pase la parte de esta inversión que proceda de fondos europeos. El nuevo abastecimiento a Cáceres, del que se viene hablando desde hace 15 años, de Portaje desde 2005, presenta algunas consideraciones a valorar:

1.- El TS obligó a Cáceres a pagar al ministerio el trasvase del Almonte

Cáceres ya paga por una obra hidráulica: el trasvase del Almonte, en la cola del pantano de Alcántara y que es el principal suministro de agua hasta que acabe la nueva obra de abastecimiento, que desde 2005 es el trasvase de Portaje que está sin terminar. El Tribunal Supremo (TS) confirmó en 2006 una sentencia del TSJ de Madrid que establecía que el consistorio debía pagar las anualidades posteriores a 1999. El trasvase del Almonte, abierto en 1992, tuvo un coste de 4,2 millones, la Junta pagó la mitad y el Ministerio de Medio Ambiente el resto. El ministerio reclamó en 1997 el pago de su parte y el consistorio recurrió. El TSJ explica que la Ley de Aguas cambió en 1999. Antes de ese año solo se podía aplicar a las obras financiadas totalmente por el Estado la devolución de la inversión al ministerio por parte de los beneficiados. Pero desde esa fecha se aplica a las financiadas total o parcialmente. Como las inversiones hidráulicas se amortizan en 25 años, Cáceres debe pagar desde el 2000.

2.- La Ley de Aguas establece que hay que devolver la inversión hidráulica

La Ley de Aguas establece que los usuarios que se benefician de las obras hidráulicas (en el caso de Portaje serían en un futuro los vecinos de Cáceres y los de las otras 13 localidades que pueden recibir agua del trasvase) deben pagar un canon de regulación y una tarifa de utilización.

Su cuantía anual viene determinada por los gastos de funcionamiento y conservación de las obras realizadas, los gastos de administración y el 4% de la inversión realizada debidamente actualizado. El plazo de amortización es de 25 años. Para calcular la tarifa de utilización se parte de que el coste actual del trasvase es de 61,5 millones.

3.- ¿Cómo afectaría el trasvase al recibo del agua de los cacereños?

El Ministerio de Medio Ambiente pasa la tarifa y el canon al ayuntamiento, que a su vez puede repercutirlos en el recibo que abonan los usuarios. Para calcular el impacto de las obras en el precio de cada metro cúbico (mil litros) que se trasvase desde Portaje y el canal del Alagón (que está conectado con el embalse de Gabriel y Galán) hasta el pantano del Guadiloba se plantean varias hipótesis en el estudio de las tarifas del proyecto de obras complementarias del trasvase (en exposición).

El estudio parte de dos hipótesis generales para hacer los cálculos de la tarifa y canon: que se necesite trasvasar 7,5 hectómetros cúbicos o que sean 15. Solo Cáceres gasta 10 hectómetros al año, aunque puede haber anualidades en las que Cáceres no necesite usar el trasvase por tener suficiente con el Guadiloba (esto no se plantea en el estudio de la tarifa, en cualquier caso se tendría que amortizar la inversión).

Solo de la tarifa, en la que entra la casi totalidad de los gastos, se tendría que pagar el primer año de funcionamiento del trasvase desde Portaje y el canal del Alagón 36 céntimos por cada metro cúbico (mil litros) en la hipótesis de que se traigan 7,5 hectómetros, y 19 céntimos sin son 15. Ahora se paga en Cáceres de media 88 céntimos por cada metro cúbico. Si el primer año se trasvasasen 7,5 hectómetros y el ayuntamiento repercutiese todo el coste en el recibo que paga el ciudadano, el precio de cada mil litros subiría un 40%. En el mismo caso para 15 hectómetros, la subida sería del 21,5%.

El estudio también hace una media de los 25 años de amortización de la obra. El precio medio que se pagaría en este periodo de tarifa y canon por mil litros sería de 22 céntimos si se trasvasan 7,5 hectómetros y 12 si se trasvasan 15. Si estas cantidades se sumasen a lo que se abona actualmente en Cáceres, el metro cúbico subiría un 25% para un trasvase de 7,5 hectómetros y un 14% para un trasvase de 15.

4.- Los cacereños deben pagar la presa de Portaje construida el año 1986

Entre los costes que se repercuten a los usuarios del trasvase de Portaje está el de la propia presa de Portaje, pese a que es una obra que finalizó en diciembre de 1986. Se repercute el 50%, pero actualizado a 2010. La inversión fue de 2.835.632 euros en 1986. El coste actualizado es de 4.551.189 euros. El coste que se repercute es 2.275.594 euros. Los gobiernos de José María Saponi y Carmen Heras presentaron alegaciones contra la repercusión del coste de esta presa.

5.- La declaración de impacto ambiental anuló la presa en el Almonte

La primera opción de Medio Ambiente para dotar a Cáceres de un nuevo abastecimiento fue hacer una presa en el Almonte. Su coste se estimó en 34 millones en 2004. Pero con la declaración de impacto ambiental de 2005 se desestimó y se optó por Portaje.

Entre los argumentos estaba el informe de la dirección de Medio Ambiente de la Junta que advertía de que afectaba a la red de espacios protegidos y hábitats establecidos en una directiva europea, ya que el Almonte es Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección de Aves. La declaración añade otros argumentos medioambientales para desestimar su ejecución.

6.- Medio Ambiente no ha dado muestras de que vaya a desestimar Portaje

A día de hoy el trasvase de Portaje al Guadiloba sigue siendo la primera opción para el futuro abastecimiento a la ciudad, pese a que tanto el gobierno local y una plataforma de ciudadanos han vuelto a hacer público en los últimos días su rechazo al trasvase. La Confederación del Tajo aseguró la semana pasada que no tiene indicios de que Medio Ambiente vaya a rescindir el contrato del trasvase. La última referencia del ministerio, ayer no se pronunció, fue de octubre, cuando el secretario de Estado se Medio Ambiente se dirigió a la alcaldesa en contestación a un dossier remitido por ciudadanos contrarios a la obra del trasvase.

En esa carta, según hizo público uno de los autores del dossier, se apunta que se lleva ejecutado más de 75% de las obras y que el ministerio no se plantea abandonarlas por las pérdidas económicas y porque "se retrasaría el incremento de garantías en el abastecimiento a Cáceres".

De la opción de eximir a Cáceres del pago de esta obra hidráulica, Medio Ambiente no se ha pronunciado. En cuanto a su finalización, el plazo vigente del contrato principal, la conexión Portaje-Guadiloba, acaba en junio de 2014, pero se tendrá que ampliar y reajustar las anualidades por razones presupuestarias y por el proyecto complementario que hay que acometer. En los presupuestos del Estado de 2013 se apunta 2017 como fecha final. Hasta que la obra acabe, Cáceres seguirá dependiendo del Guadiloba, que está al 55%, y del trasvase del Almonte, que lleva más de un mes parado y cuya operatividad depende de Iberdrola y de los desembalses en Alcántara para la producción de energía.