La situación del tráfico en la ciudad está pidiendo a gritos soluciones desde distintos ámbitos. Que los atascos que se producen a menudo en las calles sean provocados, en la mayoría de las ocasiones, por un vehículo mal estacionado, es para nota. Lo dice un alto mando de la Policía Local.

Este detalle, que puede parecer nimio, pone de manifiesto las limitaciones y los obstáculos que los conductores encuentran a diario. Si a ello le sumamos las escasas alternativas que ofrece el plano de la capital, el centro se convierte en una ratonera. Los 90.000 vehículos que, a diario atraviesan las principales vías de la ciudad, son todo un lastre estadístico, comparable a algunos tramos de Madrid.

Hasta el propio concejal de Movilidad Urbana --buena paradoja-- afirma que la ciudad acumula un retraso de más de 20 años en nuevas infraestructuras. Hay que facilitarle al ciudadano que pueda dejar su coche en un párking, pero para eso la mentalidad debe cambiar y que las empresas apuesten por invertir. Obispo Galarza es un buen ejemplo. Aunque la construcción de la ronda Norte va a aliviar los problemas, tampoco es la panacea.

Nuestros responsables municipales tienen que defender y luchar por los otros proyectos propuestos para mejorar los accesos y las salidas de la ciudad. Sólo así el desarrollo estará asegurado. Con o sin tren de alta velocidad.