EL TRIBUNAL Supremo confirma la pena de 20 años de prisión impuesta por la Audiencia a una madre que maltrató a su hijo casi a diario desde los 5 a los 10 años y a 12 años a su expareja, aunque suprime la condena de privación de la patria potestad. Según la sentencia durante años la madre sometió al menor a una situación de violencia física, golpeándole con la mano o con otros objetos como mangueras o cinturones, incluso atándole cuando se portaba mal o no hacía lo que le exigía la condenada, que le trataba como un sirviente. En una ocasión le hizo una herida en el pene que le cosió con un hilo y una aguja. Le encerró en una despensa y le obligó a comerse sus excrementos.