Había más de tres personas y al menos dos heridos tuvieron que ser trasladados al hospital. Ese es el balance que dejó el reciente desplome de un trozo del techo de la sede vecinal del barrio de Las Trescientas, según apuntó ayer Vicente Barbero, hijo de una de las personas que se encontraban en el local y requirieron de atención sanitaria.

La versión de Vicente choca con la que recogió la policía local en su parte diario de incidencias, en el que reflejó que, durante el momento de los hechos, solamente había tres personas en el local y ninguno de los heridos tuvieron que ser trasladados al hospital.

Sin embargo, Vicente comunicó ayer a este periódico que su padre, Antonio Barbero, de 76 años, sufrió una herida en la cabeza después de que un pedazo de yeso se precipitara sobre él y fue trasladado en ambulancia hasta el centro médico. "Se lo llevaron al San Pedro de Alcántara, donde necesitó cinco puntos de sutura", explicó Vicente, quien añadió que el otro herido, una señora mayor, "llegó incluso a perder el conocimiento por otro golpe en la cabeza" y también fue trasladada al centro médico, aunque Vicente desconoce el alcance de sus lesiones. "Nos preguntamos porque han querido tapar esto diciendo que no ha pasado nada cuando sí que pasó", añadió.

Vicente explicó que su padre se encontraba acompañado durante el momento del accidente y que el resto de su familia se enteró de lo que había ocurrido cuando Antonio ya estaba en el hospital. "Mi madre estaba con él. Empezamos a preocuparnos cuando lo llamamos en varias ocasiones y no cogía el móvil. Fue mi hermana, que trabaja en el San Pedro de Alcántara como celadora, la que se los encontró en urgencias y nos avisó", aseguró.

Acciones legales

Antonio Barbero, que fue atendido y dado de alta en el hospital San Pedro de Alcántara esa misma tarde, acude a diario al centro de salud de Aldea Moret, donde le realizan las curas pertinentes sobre su herida, al mismo tiempo que su familia estudia si emprender acciones legales contra el ayuntamiento, de quien depende el mantenimiento de la sede vecinal, ubicada en la plaza de la Fe.

Por su parte, después de que técnicos de la sección de Edificación del consistorio visitaran la sede vecinal de Las Trescientas, el equipo de gobierno local ha informado a los vecinos de la barriada de que "no podrán hacer uso del local" hasta que no se subsanen las deficiencias que padece, las cuales, no obstante, "no revisten gran importancia".