Antes de que el fuego corriera por el monte, ya corría por los teléfonos móviles de los cacereños. Un incendio desatado pasada la una de la tarde de ayer en la Sierrilla era perceptible desde buena parte de la ciudad por la columna de humo oscuro que subía desde la zona superior de los depósitos. La noticia se extendió rápido dada la cantidad de chalets de primera y segunda residencia ubicados en este paraje natural junto al casco urbano. Antes de que estuviera sofocado por completo, un segundo incendio en la zona Oeste obligó a decretar el nivel 1 de peligrosidad por la cercanía de las vías del tren, entre las instalaciones de AKI y Carrefour. Y cuando los bomberos ultimaban los trabajos, un tercer fuego comenzó próximo a las viviendas de Aldea Moret, en el Cerro de los Pinos, obligando a decretar nuevamente la misma alerta.

Tres incendios en menos de cuatro horas a un paso del casco urbano de Cáceres. Profesionales de la lucha contra incendios afirman que sería una gran casualidad que se hubieran producido de forma natural, por ejemplo por efecto de cristales. Todo apunta a una serie de negligencias o a un origen intencionado, sospechas que en cualquier caso la Administración nunca confirma hasta que están bien atadas.

El primer aviso del fuego en la Sierrilla, un espacio de valor medioambiental de encinas, olivos y monte bajo, llegó al parque de bomberos del Sepei a las 13.20 horas. Inmediatamente se desplazaron hasta la zona, en la parte más alta del monte, una autobomba rural pesada de 3.500 litros y una pick up, dotaciones que luego fueron apoyadas por un camión nodriza de abastecimiento con 8.000 litros. Posteriormente se incorporaron los efectivos del Plan de Lucha contra Incendios Forestales (Infoex), con dos dotaciones de tierra y un helicóptero.

Cuando el incendio se daba por controlado llegó el segundo aviso alrededor de las 14.15 horas. El Infoex declaraba el nivel 1 de peligrosidad por otro fuego muy cercano a la vía férrea, en la zona de pastos situada entre AKI y Carrefour, también en las inmediaciones del casco urbano, donde además se localizan algunos árboles. Las llamas no presentaban grandes dimensiones pero la proximidad de las vías hizo a los retenes emplearse sin pausa. En la extinción del incendio, según la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, trabajaron dos retenes, un camión y un helicóptero del Infoex. El Sepei también se incorporó con otra autobomba rural pesada de 3.500 litros y un vehículo ligero de extinción. A las 15.00 horas, el incendio estaba controlado.

DEMORAS FERROVIARIAS / No obstante, este suceso provocó un retraso de casi media hora en la circulación del tren regional que enlaza Mérida y Madrid, según informaron ayer fuentes de Renfe. En concreto, el Regional Exprés 17026 (Mérida-Madrid-Atocha) circulaba ayer con una demora de 28 minutos debido a esta incidencia. Asimismo, las mismas fuentes comunicaron que el tren de Media Distancia 18330 entre Alcázar de San Juan y Badajoz salió con 36 minutos de demora por gestiones de enlace.

Pero la jornada no había acabado. Cuando pasaban seis minutos de las 17.00 horas, el Sepei recibió el aviso de que se había desatado un tercer incendio. El Cerro de los Pinos ardía un verano más. El fuego comenzó a poca distancia de las viviendas de Aldea Moret más próximas a la última parada del autobús urbano. El Infoex activó de nuevo el nivel 1 de peligrosidad por la cercanía de las llamas a una serie de edificaciones aisladas, según explicó la Junta de Extremadura. En todo caso «el incendio no reviste peligro para la población», aclaró el Ejecutivo autonómico, ya que las llamas se movieron en dirección a la vieja cantera. El Infoex trabajó con dos retenes, un camión y dos helicópteros. El Sepei envió otras dos dotaciones.

Ninguno de los incendios supuso riesgo para la población, según confirmó a este diario el jefe de guardia del Sepei, quien explicó que efectivamente este año hay mucho pasto acumulado en los campos por las lluvias caídas en los meses precedentes, pero a su vez la masa forestal (las arboledas) sigue húmeda.