Las modificaciones realizadas por el ayuntamiento cacereño a futura Ordenanza de la Convivencia Ciudadana y de la Protección del Entorno Urbano no ha satisfecho las reivindicaciones de la Coordinadora por la Libertad de expresión que ayer calificó los cambios como un "lavado de cara". Aunque el colectivo se congratuló de algunos "pequeños" cambios, consideró que continúa manteniendo su "filosofía sancionadora" y partes que "vulneran la Constitución", por lo que seguirán realizando acciones de protesta y para informar a la ciudadanía.

La portavoz de la coordinadora, Griselda Cruz, junto con otros dos de sus miembros, Armando Cuenca Y Eduardo del Pozo, criticaron la "arbitrariedad" del texto y acusaron a los responsables municipales de haberse "llenado la boca" diciendo que para consensuarla habían hablado con todos los colectivos ciudadanos, "pero, en realidad, no han hablado con nadie".

En cuanto a las modificaciones, se mostraron satisfechos con la eliminación del artículo 38 que, según explicaron "iba en contra de la Constitución" pues en el caso de que una persona, en lugar de pagar una sanción, realizase una actividad cívica "tenía que firmar un documento para renunciar a sus derechos". "Ellos mismos se habrán dado cuenta de que eso era una barbaridad". También se mostraron satisfechos porque el control de esas actividades lo haga un técnico municipal, "y no un policía".

Sobre el resto de modificaciones, la coordinadora opinó que simplemente se ha tratado de "cambiar unas palabras por otras" e insistieron en que los principales perjudicados por esta ordenanza a los colectivos ciudadanos. "Es una ordenanza teledirigida".

La coordinadora protagonizará un "paseo" desde la plaza Mayor hasta Cánovas con pancartas y octavillas "para informar" y organizará charlas en la universidad y en los barrios

El colectivo lamentó que no se hayan tenido en cuenta las alegaciones que han presentado a esta ordenanza municipal, que a su juicio, eran una alternativa "posible" y "flexible".