Dos de los supermercados de Tambo en Cáceres cerrarán sus puertas la próxima semana para abrir después bajo el nombre de Dia. Los empresarios cacereños han vendido las superficies situadas en las calles Gil Cordero y Rodríguez de Ledesma a la multinacional y advierten de que ninguna de las siete que aún tienen en su poder cuentan con el cartel de se vende , aunque "como empresarios siempre estamos abiertos a escuchar ofertas", señaló ayer uno de los dueños del grupo, Manuel Ollero.

Las negociaciones con el grupo Dia se iniciaron a comienzos del año pasado después de que la multinacional se interesara por algunos de los establecimientos de Tambo dentro de la ciudad.

Finalmente se alcanzó con ellos un acuerdo por la venta de estos, siempre que se mantuviera a los seis trabajadores que tienen por término medio en cada uno de estos establecimientos --encargado de la tienda, al menos una cajera, carnicero, charcutero y frutero--. A ellos se les confirmó la noticia hace aproximadamente dos semanas. Fueron los propios empresarios quienes reunieron a los trabajadores de las dos tiendas para anunciarles que ambos establecimientos pasarían a manos de un nuevo propietario en el mes de febrero y para tranquilizarles garantizando la continuidad de los puestos de trabajo en ambos casos.

Sobre los nuevos establecimientos no ha trascendido la fecha de reapertura como Dia, aunque las fuentes consultadas por EL PERIODICO aseguraron que a partir del uno de febrero los nuevos propietarios acometerán una serie de reformas, tanto en el interior como en el exterior de ambos establecimientos, para adaptarlos a las necesidades de la idea de negocio que ellos se plantean allí. Con estas dos adquisiciones, Dia alcanza las once superficies en la ciudad.

COMPETENCIA FEROZ Manuel Ollero destacó sobre la operación, que ha llevado fundamentalmente otro de los empresarios (Manuel García), que han pesado más las dificultades para hacer frente a la "competencia feroz" que se esta instalando en Cáceres, y señaló al área de Mejostilla como una zona saturada en la que "no hay sitio para todas las grandes superficies dedicadas a la alimentación que se están instalando en la zona".

De hecho Tambo cerró hace un año el establecimiento que había abierto en la barriada una década antes, atendiendo al crecimiento urbanístico que se inició allí. "El problema no es que no podamos competir con las demás superficies, es que no es posible entrar en esa guerra de precios y mantener al mismo tiempo la calidad porque ellos tienen sus propias marcas", explicó Ollero.

"No hay sitio en la ciudad para sostener todas las superficies que se están instalando", advierte el dueño de Tambo. Pero niega que el resto de los establecimientos que los tres empresarios cacereños aún mantienen (seis en Cáceres y uno en Miajadas) estén en venta. "Ninguno tiene colgado el cartel de ´Se vende´, pero somos empresarios, y como tal, siempre estamos abiertos a escuchar ofertas y si, como en este caso, son interesantes, a estudiarlas", aclaró ayer para zanjar los rumores que habían surgido en torno a la posibilidad de que estuvieran pensando en vender en bloque todas las superficies Tambo que hay en la ciudad.