Un informe veterinario ha declarado "insalubre" un edificio de la calle Barrio de Luna (en la esquina con Barrionuevo), cuyo mal estado ha obligado a que la calle lleve cerrada ya tres años por seguridad. Los vecinos alertan de que el inmueble se encuentra en peligro de derrumbe, de hecho ya han comenzado a desprenderse las vigas y los tejados. Tras el informe de insalubridad los propietarios se han visto obligados a tapiar los balcones y ventanas, pero los vecinos exigen ahora que se limpie y se apuntale el interior.

El estado del edificio, en el que hace años se proyectó un museo de Massa Solís, ha provocado, además, humedades en las viviendas colindantes y la aparición de ratas. "En mi patio han entrado ratas, el otro día mi hijo se encontró una dentro de casa. El edificio está muy sucio", asegura José Luis Montes, vecino afectado, quien añade que "nosotros lo que necesitamos es que arreglen su interior, no que tapen las ventanas para que no veamos lo que hay dentro, porque el problema sigue".

La situación se remonta a tres años atrás, cuando los vecinos de Barrio de Luna alertaron al ayuntamiento del peligro que suponía el edificio, del que a diario se desprendían cascotes de la fachada. Al parecer el edificio iba a ser reformado por los propietarios, pero la constructora encargada de los trabajos quebró y dejó la actuación a medias. A partir de ahí comenzó un proceso judicial que aún no ha terminado y entre tanto, el inmueble ha continuado deteriorándose día tras día.

ATRAPADOS Para proteger a los viandantes de los desprendimientos de la fachada el edificio se rodeó con vallas hace tres años. También se cortó la calle al tráfico con alambradas a ambos extremos de la vía, que tienen atrapados a los vecinos. Por Barrio de Luna hace años que no pasan coches ni vehículos de emergencias. Tampoco es fácil andar, las vallas ocupan prácticamente toda la calle, solo queda libre la acera de la izquierda, por lo resulta también imposible cruzar de los pares a los impares.

"Aquí no entran ni los barrenderos, de la calle solo se limpia la acera que queda libre, lo demás lleva sin limpiarse tres años", asegura José Luis Montes. La situación afecta además a vecinos de avanzada edad y con movilidad reducida, que necesitan un coche para desplazarse pero que desde hace tres años les es imposible cogerlo en la puerta de sus viviendas, tienen que hacerlo en la calle Barrionuevo.

Han recogido ya 150 firmas entre los vecinos de la ciudad monumental, que entregarán al ayuntamiento para exigir que el inmueble se apuntale y lograr que las vallas dejen de formar parte del paisaje de la calle en la que residen.