Desamparados frente al coronavirus. Así es como se sienten los taxistas cacereños, que están obligados a trasladar a posibles covid en sus coches sin ningún tipo de protocolo ni medidas de seguridad. Ya hay tres conductores en cuarentena por haber montado en sus vehículos a personas que después han dado positivo. De hecho, según confirma el presidente de la asociación de Radio Taxi, Vicente Mendoza, uno de estos pasajeros ya sabía que era positivo cuando accedió al interior del coche.

Es una situación que se repite cada día: Un cliente llama para solicitar un taxi, cuando este le recoge le pide al conductor que le traslade al hospital y cuando llegan le indica que debe acceder por los aparcamientos hasta la zona en la que se realizan las pruebas del coronavirus. Es en ese momento cuando el taxista se entera de que ha trasladado en su vehículo a un posible infectado e invita al pasajero a bajarse, pero muchos se niegan porque el protocolo sanitario les exige realizarse la prueba a bordo de un coche. Esta situación ha generado ya momentos de tensión que han obligado incluso a intervenir a la policía.

De media, cada conductor lleva a una o dos personas al día y el sector denuncia que la situación va en aumento, debido precisamente al crecimiento de los contagios en la ciudad. Advierten del riesgo que supone tanto para ellos como para el resto de clientes que utilizan el mismo vehículo a lo largo del día. No se niegan a realizar los traslados, pero exigen a Sanidad que elabore un protocolo para poder garantizar la seguridad. «Desde los centros de salud y desde el 112 recomiendan a los pacientes que se hagan la prueba en coche y si no tienen les dicen que pidan un taxi pero eso no puede ser, nosotros somos un medio de transporte público, no sanitario», se queja el presidente de la asociación Radio Taxi, Vicente Mendoza.

Si el cliente llama a la central y comunica que necesita un servicio para trasladarse a hacer el test, directamente no se le envía el vehículo. El problema es que la mayor parte de los pasajeros no informa de entrada a dónde se dirige y para qué. «Los taxistas ya desconfían cuando recogen a alguien y les dice que va al hospital, así que le preguntan y si le dicen que van a hacerse la prueba les invitan a bajarse. No podemos montarlos porque después de esa persona tenemos que seguir trabajando. Si lo permitimos, en un mes estamos sin taxis en Cáceres porque la mayoría estaremos en cuarentena», apunta Vicente Mendoza,

El aislamiento y la cuarentena les da pánico porque perderían sus ingresos al menos durante dos semanas. Esto dañaría aún más a un sector muy tocado por la crisis sanitaria. Según anota Mendoza, la facturación desde el mes de marzo ha caído más de un 40%.

Han informado de la situación tanto al 112 como a la Policía Local, pero no ha servido de nada: «Nadie nos dice lo que tenemos que hacer. Nosotros lo que reclamamos es un protocolo y que nos informen de si estamos obligados a realizar este tipo de traslados», insiste. Propone incluso destinar algunos vehículos exclusivamente para este tipo de transporte evitando así que fueran utilizados por otros clientes. «Pero para eso necesitamos un protocolo que nos indique cómo tiene que ir el vehículo y el taxista para que no se corra ningún riesgo», añade.