Jorge González, de 25 años, y María del Carmen Sánchez, de 24, se trasladaron antes del verano a Cáceres. Ambos tienen raíces en la localidad de Serradilla pero vivían hasta hace unos meses en Alcorcón con la madre de ella. Deseaban establecerse en Extremadura y lo intentaron en Plasencia, pero no les ofrecían puestos de trabajo de larga duración. Siguieron buscando hasta que salió una plaza de soldado de infantería en el Cimov de Cáceres para él y un empleo temporal para ella en Carrefour.

Después de ver algunos pisos para alquilar --meterse en una compra con su situación laboral lo habían descartado--, se decidieron por un apartamento de 30 metros cuadrados en la calle Padre Bayle por 270 euros y 30 de comunidad al mes, también con conexión ADSL. En él viven con su gata desde junio. "Quizás por un poco más podríamos haber alquilado algo más grande, pero éste nos pareció original. Tenemos el espacio justo y todo está a mano. Para qué queríamos un piso de 80 o 90 metros. Cuanto más grande, más cosas metes, más necesitas y más gastas", comenta Jorge González.

El apartamento es similar al de Javier Galán, aunque tiene independizado el dormitorio de la cocina-salón y además tiene un pequeño patio. Está en un edificio de ocho minipisos que comparten una lavandería común y un patio. "Lo de compartir la lavadora nos chocó al principio, pero luego nos recordaba a la serie americana Friends y a las tertulias que se montaban los personajes".

Saben que es temporal, "creemos que para dos o tres años", dice Carmen. "Estos pisos están muy bien para parejas jóvenes como nosotros, que están empezando. Quizás con una habitación sería ideal, para las visitas, pero nos gusta mucho", explica la joven. "Si me lo vendieran, lo compraría", añade él.

Ya se han acostumbrado a aprovechar al máximo los espacios y sacar huecos de donde no los hay, también comprar y tener sólo lo imprescindible. La facilidad con que se limpia es un valor añadido: "En diez minutos está todo aspirado y limpio. La gente no asimila qué son 30 metros cuadrados, pero bien distribuidos dan el espacio suficiente para una o dos personas", concluye González.