Beatriz Zoraida Herrera tiene 66 años y responde con un dulce «muchas gracias» cuando se le elogia su buena forma física. Tuvo que salir el pasado mes de enero de Venezuela por los graves problemas del país, «la situación se iba a pique», y se vino a España, «donde están dos de mis hijos. El tercero ha hecho su vida en Escocia». Beatriz lo tuvo claro desde el principio: «Por mucho que cuente con el apoyo de ellos, nunca me ha gustado depender de nadie». Por eso ya es alumna de la Escuela de Trabajadoras del Hogar de Cáritas Coria-Cáceres.

Beatriz adora esta ciudad. «Madrid es muy linda, Barcelona es preciosa, pero Cáceres es acogedora, encantadora, con mucha historia...». Por ello quiere encontrar un empleo y estabilizarse. «Sé que no tengo 30 años, pero pido a Dios un trabajo en el que pueda ayudar y ayudarme a ser independiente». Va por buen camino: «estoy fascinada con el curso, con las vivencias de cada compañera... Nunca se es lo suficiente viejo ni sabio para no aprender todos los días».