Diputada durante 15 años en la Asamblea de Extremadura y primera (y única) mujer que ha presidido la alta institución regional. Teresa Rejas recibió ayer el premio Juanita Elguezábal por su papel precursor en el mundo de la política extremeña. Tras los agradecimientos, dirigió su recuerdo a las víctimas de los atentados del 11 de marzo en Madrid, y a las de una de las lacras de nuestra sociedad, el machismo. También, a las mujeres del mundo árabe que, con velo o sin él, están peleando junto a los hombres por las libertades.

--¿Es más un reconocimiento o un acicate para continuar?

--Un poco de las dos cosas. Soy un ser humano y cualquier homenaje o premio que venga de mi ciudad me llena de satisfacción. Pero también te anima a seguir comprometida y a no defraudar a esas personas que han confiado en ti.

--¿Y hasta dónde se ve reflejada en el espíritu de Juanita Elguezábal?

--El hecho de ser la primera mujer que preside una institución como la Asamblea de Extremadura, que era y sigue siendo de hombres, te hace luchar mucho. No hay más que tirar de hemeroteca para ver las críticas que se me hacían entonces, hace 16 años, la mayoría por cómo vestía o cómo calzaba...

--¿Abrir camino es duro?

--Afortunadamente la memoria es selectiva y me quedo con la gente de a pie que conocí, y los amigos que hice y aún conservo en la institución.

--Y tras usted, más hombres...

--Me produce tristeza, porque no podemos quedarnos en la anécdota. En Extremadura hay mujeres suficientemente preparadas, que merecen estar en esos puestos. La valía a los hombres se les reconoce y las mujeres tenemos que demostrarla.

--En clave política, ¿qué nos han dado las listas paritarias?

--Cuando entré en la Asamblea de Extremadura había una sola consejera. Creo que desgraciadamente aún son necesarias las cuotas en la política.

--¿Qué le parece el debate en torno a si estamos preparados para tener una presidenta?

--Me indigna que digan eso. ¿Y los hombres?, ¿quién se hace la pregunta de si están preparados?, ¿por qué tenemos que pasar reválida tras reválida?.

--Tras 100 años, ¿cuál es el gran logro de la lucha por la igualdad?

--Afortunadamente se ha reconocido a la mujer el derecho a estar en la vida pública. Pero tenemos que ser las mujeres las que sigamos luchando por que la igualdad sea efectiva.

--Y como docente, ¿cómo ve a los más jóvenes?

--Creo que hay que hacer labor diaria. Porque en el patio de cualquier colegio hay que trabajar con los niños para que las niñas no estén jugando en un rincón.

--¿A quién le entregaría usted este reconocimiento?

--A muchas mujeres anónimas que lo merecen. Sobre todo a muchas mujeres viudas, separadas o inmigrantes que están sacando solas a sus familias adelante.

--¿Llegará el día en que estos reconocimientos no se necesiten?

--Eso espero.