María y Miguel forman un matrimonio joven de clase media, con una hija de casi dos años y sin una gran fortuna --una casa, un coche, un apartamento en la playa y poco más--, pero hicieron testamento hace ya dos años. Viajes de grandes distancias sin su hija y los accidentes de tráfico, "que están a la orden del día", les hizo decidirse. No faltó quien les dijo que hacer testamento es invocar a la muerte, pero no son supersticiosos. "Queríamos dejar las cosas atadas para la niña, como su tutela, si faltábamos los dos o, si faltaba uno, que quedara todo decidido sobre los bienes", explica María.

El caso de esta pareja es cada vez más frecuente. Poco a poco hacer testamento va siendo también cosa de jóvenes, sobre todo de parejas de recién casados con hijos o divorciados también con hijos, que "deciden hacer testamento sobre todo para dejar estipulada o bien la tutela de los niños o la administración de sus bienes", explica uno de los notarios de la oficina del edificio Plaza Europa (Gil Cordero).

Las cifras

El año pasado se escrituraron en Cáceres unos 5.000 testamentos, una cifra similar a la del año anterior --en 2003, fueron 4.858--. En Extremadura, fueron el año pasado unos 11.500 y 610.000, en toda España, según datos del Colegio de Notarios de Cáceres y del Registro General de Ultimas Voluntades. La demanda de este documento por parte de personas menores de 45 años ha crecido, con un incremento del 70%, según datos de la notaría.

La cifra es escasa, en opinión del notario, que anima a ser más precavido en los temas de herencia por una razón fundamental: "Se ejerce el derecho de repartir libremente una porción nada desdeñable del patrimonio de uno, un tercio de la herencia", explica.

La ley establece los herederos legítimos --forzosos-- de cada persona (hijos, padres, hermanos) y, en la práctica, una persona no puede disponer libremente de su patrimonio para dejarlo en herencia, sólo de un tercio. Sin embargo, esa pequeña porción en grandes patrimonios puede ser importante. Si se muere sin testamento, ese porcentaje se distribuye a partes iguales. También, aunque no se puede desheredar a ningún heredero legítimo --excepto en muy raras ocasiones--, sí se puede premiar a otros con ese porcentaje de libre asignación que permite la normativa, o bien dejándolo a la caridad, a un amigo o a quien se quiera. Además de otros aspectos sobre los bienes que se quieran especificar.

El temor a los accidentes de tráfico ha sido crucial, en opinión de uno de sus notarios, en el rejuvenecimiento de los testamentos. "Suelen ser personas que están mucho en carretera y que temen dejar a los hijos desamparados si les pasa algo", argumenta. Nombrar los tutores cuando hay hijos menores de edad o los administradores de bienes, en casos de divorcios o previendo situaciones en que pudieran faltar ambos progenitores, es también muy habitual.

El caso de María y Miguel fue así. Los dos iban a emprender en julio del 2003 un viaje en avión y en barco sin su hija, que apenas tenía entonces cuatro meses. "El viaje no era peligroso, pero nos hizo valorar los riesgos si moríamos los dos, un accidente puede ocurrirle a cualquiera", argumenta María. "Además, está el tema de Hacienda --añade--, con un testamento se evita que se lleve un buen pellizco de tus bienes".

Miedo a la muerte

Sobre las supersticiones, ella lo tiene claro: "Hacer testamento no es sinónimo de muerte, es un documento legal sin más. Yo creo que no hay que tenerle miedo ni respeto. Son poco más de cinco mil pesetas, diez minutos de tiempo y resuelve muchos problemas".

De esos problemas también sabe mucho F. A. E., soltero, de 32 años, sin hijos y tampoco con una gran fortuna, pero también ha hecho testamento. Perdió a su padre hace un año sin que pusiera por escrito su última voluntad respecto a su patrimonio. "Con el dolor de la pérdida te ves inmerso en un mar de papeleo, que un testamento nos hubiera facilitado y abaratado", relata. Morir si testamento supone un coste como mínimo tres veces superior a hacer testamento (36 euros).

Sin embargo, el caso de este joven tampoco es lo usual. Todavía son las personas de más de 65 años las que realizan el 80% de los testamentos que se formalizan en Cáceres, según los datos de esta notaría. Y es que, nadie quiere pensar en la muerte. "Es una cuestión de superstición, desde siempre se ha pensado que hacer testamento y palmarla es uno", dice el oficial de la notaría. Por eso, de toda la actividad que se genera en una notaría, la formalización de este documento no representa más del 8%.

La web www.notariado.org , que ofrece amplia información sobre el tema, anima a hacer testamento cuanto antes con un toque de humor: "Recuerde que hasta la fecha no se sabe de nadie que haya muerto de hacer testamento".