Es verdad que las prisas no son buenas consejeras, pero también es cierto que para promocionar a un candidato a un cargo público para que el electorado lo conozca se necesita tiempo. A Ciudadanos se le está agotando ese tiempo, faltan menos de tres meses para que se inicie la campaña electoral de las municipales y todavía no ha designado a su candidato a la alcaldía. Y el de Cs no será un candidato cualquiera, sino que con el actual escenario político puede ser el que decida la alcaldía o, incluso, el alcalde porque los pactos postelectorales pueden no limitarse al ámbito local y trascender al autonómico, que todo vaya en un único paquete: la Junta para un partido y los ayuntamientos de las grandes ciudades para otro.

En Cáceres, la imagen de Cs se ha asociado a Cayetano Polo, antes también a Francisco Piñero, pero su marcha del partido dejó coja a la formación en la ciudad. Polo reúne las condiciones de un candidato, es conocido y conoce cómo funciona el ayuntamiento, pero desde hace tiempo compagina su presencia local con la autonómica y es a día de hoy más una alternativa a las elecciones autonómicas que a las locales, aunque eso aún no está cerrado y puede cambiar en unos días.

También es imagen del partido en la ciudad Antonio Ibarra, pero la política local no es desgraciadamente para los profesionales liberales. Es muy difícil compaginar el trabajo en un ayuntamiento con una profesión que no dependa de la administración, en la que es más fácil la compatibilidad. El profesional liberal se tiene que desligar, en parte o en mucho, durante cuatro años de su profesión. Liberar a concejales con responsabilidades de gobierno y que cobren un sueldo tiene que dejar de estar mal visto. Las cosas irán mejor con concejales a tiempo completo, entonces podrán predominar más las decisiones políticas que las técnicas, que con ediles a tiempo parcial.

Otra buena opción para Cs es José Antonio Villa, conocido en la ciudad y que conoce cómo funciona la administración local, pero el candidato que presente Cs no puede tener un pasado en el PP si se pretende que el electorado distinga entre ambos partidos.

El tiempo juega en contra de Cs, salvo que, si no es Polo, se saquen de la chistera un nombre muy conocido en la ciudad. El resto de partidos con presencia en el ayuntamiento lo han entendido. El PP tenía la opción de Rafael Mateos, cuya imagen se ha difundido por su puesto de portavoz del gobierno local, pero la alternativa es Nevado porque el alcalde es siempre el más conocido de todos los candidatos. Nevado lleva ya semanas en campaña con su recorrido por todas las obras. El PSOE también entendió que tenía que darle otra oportunidad a Luis Salaya, que ha tenido cuatro años para coger experiencia y para que en la ciudad se vincule la imagen del PSOE a él, y se han aparcado diferencias de otras épocas. Y en Podemos también se ha optado por los mismos concejales, Consuelo López e Ildefonso Calvo, que durante los últimos cuatro años han sido la imagen del partido en la ciudad. Falta solo el candidato de Cs. Si es un neófito en la política y no es una cara conocida en la ciudad, las prisas sí empiezan ya a ser unas buenas consejeras.