No es cierto eso de que en Cáceres no haya bares. ¡Si hay más de 400!, y alivia que algunos estén dándonos tantas alegrías. Es el caso de ‘El tinglao de Alba’, en la avenida Ruta de la Plata. Lo montó hace cuatro meses Emilio Dealba. Es un lugar distinto, que lo mismo te da el desayuno, que te prepara una carne a la brasa, conservas, ibéricos y salazones o un gintonic al anochecer. No dejen de ir.

‘El tinglao’ es el típico sitio que nos gusta a la gente de Cáceres porque de allí nunca sales con hambre. Precisamente, en el local vimos a Luis Salaya y Belén Fernández Casero, el uno candidato a la alcaldía, la otra secretaria general de la Agrupación Local del PSOE. Siempre ha corrido el malintencionado rumor de que había gorrazos entre ellos. Para qué negar que un sector de centro derecha ve con buenos ojos a Belén Fernández, por aquello de que su abuelo, Miguel Casero, fue mayordomo de la Montaña. Casero tuvo 17 nietos y era un abuelo ejemplar que los llevaba a la marisquería El Norte y al Burladero de Galvao, que regentaba el taxista José Iglesias, conocido como Galvao y que durante 27 años también se dedicó al noble oficio del taxi, trabajo que compartió con otros históricos como Antonio Bombero o Paco El Colorao.

El libro de Jorge García-Robles, en Psicopompo.

Pero vayamos al grano y reconozcamos que a Salaya le pasa como a Pedro Sánchez, han querido hundirlo pero ha ganado todas las batallas. De modo que el tozudo Salaya tiene posibilidades de gobernar siempre y cuando ‘Ferraz Chico’ no cometa la torpeza de crear una candidatura de listas abiertas y deje al candidato y a la secretaria general conformar un equipo con solvencia. Más ahora que el ‘peperío’ está revuelto, con rumores sobre si Carlos Floriano podría ser candidato o si lo sería Rafa Mateos porque lo vieron en la fiesta de San Francisco. Es decepcionante la política; ciertamente sería una maniobra incomprensible que o bien Elena Nevado no fuera candidata o que no le ofrecieran continuar su carrera política en otro lugar, sea siquiera por los años que ha estado al frente del ayuntamiento. Hacer lo contrario es un vuelo cuanto menos gallináceo por parte de quienes llevan las riendas del Partido Popular.

Boda de Roberto Carrón y Aroa Mirón.

Así que después de este hartazgo político reconforta ver a Roberto Carrón, conocido empresario de Cáceres, que celebró su boda con Aroa Mirón. Acompañados de amigos y familiares y por supuesto de sus tres hijos. Una boda emotiva en la que no faltó ningún detalle. La celebración tuvo lugar en la Dehesa La Torrecilla de Trujillo. Aroa, vestida con un precioso vestido de Rosa Clará y Roberto con un elegante traje de Chevalier. La pareja decidió contar con Wedding Planners Amara Eventos de Cáceres para la organización y decoración. El siempre genuino Nano Gallego captó las imágenes de su gran día.

Entretanto, viviendo la noche encontramos a David Matias, (su editora La Moderna acaba de sacar el libro ‘La bala perdida’ de Jorge García-Robles). También a Cris Galet y a Laura Anduro, empresarias en organización de eventos, que fueron al concierto de Gene García y Andreas Barttol (qué fabuloso guitarrista) Por cierto, ¿saben que ir a un concierto cada dos semanas puede agregar nueve años a tu vida? Desde que me he enterado no salgo de Psicopompo ni Mastropiero.