El cauce generoso del río Jerte, con aguas limpias que descienden desde las cumbres y serpentean por el valle, ha permitido acondicionar numerosas piscinas en la comarca con todos los servicios necesarios. Destaca el entorno natural de Los Pilones, con trece charcos formados en las rocas por la erosión del agua, enclavados en la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. Hasta ahora era necesario caminar tres kilómetros para disfrutar del paraje, pero este año se han autorizado transportes a dos empresas: mediante todoterrenos (previa reserva) y mediante coches eléctricos (centro de interpretación, fines de semana).

Las excelencias del Valle del Jerte son conocidas. Turistas de todo el país acuden a sus aguas. En Tornavacas está la piscina natural de Los Pingueros. En Jerte se encuentra El Nogalón y La Tenería. Cabezuela tiene La Pesquerona y también El Simón, La Picaza y El Vao. En Navaconcejo se ubican El Pilar y El Cristo. Rebollar ofrece un charco agradable en su entorno. También El Torno cuenta con La Alameda del Pino, y Casas del Castañar con su charco llamado El Benidorm. Los municipios de Cabrero y Valdastillas disponen de piscinas naturales en la Garganta del Rabanillo y la Garganta Bonal.