Eva Mayoral lleva en Camino Llano más de treinta años. La pequeña joyería que regenta contrasta con el imponente edificio de aspecto futurista que tiene en frente. Desde hoy la cacereña comparte escenario con el museo Helga de Alvear. Aunque no es habitual que su calle sea la protagonista, vecinos y negocios han reclamado durante décadas que se adecente e incluso se ha especulado con su peatonalización, la joyera no se muestra sorprendida con el vaivén policial durante la semana y el amplio --e imperceptible-- dispositivo que se ha puesto en marcha con motivo de la visita de los Reyes para inaugurar la nueva sede del arte contemporáneo. Desde el miércoles no se puede aparcar en la calle y ya desde ayer, patrullas de Policía Nacional, Policía Local y el departamento de seguridad de la Casa Real aseguraban el perímetro para que la llegada de Sus Majestades cuente con todas las garantías. Recuerda Mayoral como anécdota un acontecimiento similar también en febrero pero de 2002 con la cumbre que se celebró en la ciudad que congregó a ministros europeos. «Estuvo cortado porque pasaron todos con los coches oficiales», sostiene.

Al margen de la jornada de hoy, con respecto a la presencia del museo en la calle, tanto la joyera como el resto de negocios confían en que la apertura ayude a revitalizar el barrio. «No sabemos si tendrá un efecto directo sobre las ventas pero dará más visibilidad, que te conozcan está bien», sostiene la responsable de la tienda animal Perrunillas, Rosa Rivera. Coincide Mayoral, que además asegura que la propuesta atraerá a público de toda Europa. «Como a Helga la conocen mucha gente atraerá a gente muchos países y todo lo que sea que venga gente es bueno», concluye.