Por los derechos humanos. Cáceres dice no la violencia racista y xenófoba . Ese fue el mensaje impreso en una pancarta que encabezó ayer la marcha antifascista por las calles del centro de la ciudad, que discurrió sin incidentes con la participación de entre 150 y 200 personas, según el recuento de la policía y la organización.

La concentración, convocada por una decena de colectivos --Asociación de Derechos Humanos,

Socio-Cultural de Aldea Moret, CGT, CNT, Ecologistas en Acción, Foro Social de Cáceres, Fundación Triángulo, ONG Malinche, Plataforma Antinuclear, Setem y Ste-Ex--, quiso ser una llamada de atención sobre las agresiones racistas y xenófobas de las que, aseguraron, Cáceres no está ni mucho menos a salvo.

En este sentido, los colectivos convocantes denunciaron en un manifiesto el "acoso" y las "amenazas" que vienen sufriendo diversos grupos juveniles afines a estas agrupaciones por parte de miembros de organizaciones neonazis asentadas en la ciudad.

EN SOLIDARIDAD CON CARLOS De hecho, aseguraron que en el último mes ultraderechistas habían "vejado" a dos jóvenes latinoamericanas y habían provocado el incendio de una vivienda de la plaza de Santiago okupada como "centro social" por jóvenes de ideología contraria. Fuentes policiales aseguraron que de ninguno de estos hechos hay constancia en la comisaría.

Por supuesto, se refirieron al "intento de asesinato" de Carlos G. Basas, el joven apuñalado el 23 de noviembre por un neonazi y con el que se solidarizaron los manifestantes. Uno de sus amigos, presente en el acto, aseguró que el joven se recupera ya en su casa. "Está bien de ánimos, ha empezado a hacer vida normal aunque no trabaja aún y ha dejado de fumar", relató. Este joven corroboró el acoso y amenazas de ultraderechistas que supuestamente sufre su entorno, una situación que les obliga a mantener "mucha cautela".

CON CORBATAS La concentración comenzó a las ocho de la tarde en la avenida Virgen de la Montaña, frente a la sede de la Subdelegación y desde allí se inició una marcha por Cánovas hasta la plaza Mayor.

Aunque se había pedido acudir de etiqueta para parodiar la que se pone a estos colectivos, se vieron pocas corbatas. Sí la vistió Víctor Casco, excoordinador regional de IU, quien se sumó a la marcha porque "soy homosexual, sudaca, negro, extranjero..., hoy lo somos todos". Según declaró, cualquiera puede ser víctima de esta violencia, por lo que pidió la ilegalización de los grupos de extrema derecha.

Gonzalo Palomo, portavoz de la asamblea convocante, criticó el despliegue policial --dos dotaciones antidisturbios y policía local-- y lo tachó de "golpe de efecto" de la Subdelegación. Entre los manifestantes, se vio al primer teniente de alcalde, Santiago Pavón, varios artistas locales como Valentín Batalla, Angel Sotomayor o Pilar Boyero y otros conocidos como Marce Solís o Francis Acedo.

En la plaza Mayor, se leyó el manifiesto en el que se reivindicó un "análisis serio" del problema de la violencia xenófoba y que no se "trivialice" con las víctimas. El acto finalizó a las nueve y cuarto con los poemas de un participante y aplausos.