Toda la ciudad se sumó ayer, a través del acto de una asociación de vecinos, al reconocimiento a las víctimas que las acciones terroristas de ETA han dejado en toda la región. El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Extremadura, Santiago Moriche, recibió ayer el premio Fernando Palacios que este año les ha otorgado la Asociación de Vecinos de Nuevo Cáceres "para que en ningún momento piensen que nadie se olvide de ellos".

Lo recibió de manos de otra afectada por la barbarie, Maite Pagazaurtundúa, que además es presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo en la que se incluye el colectivo. En un acto multitudinario celebrado en la parroquia Sagrada Familia, autoridades y muchos ciudadanos, arroparon a las víctimas en una ceremonia en la que las emociones estuvieron a flor de piel, tanto que estallaron durante la actuación del quinteto Milotango, formado por profesores del conservatorio Hermanos Berzosa, que interpretaron dos obras de Astor Piazzolla con las que arrancaron las lágrimas de algunos asistentes.

Moriche agradeció el galardón al ser concedido "por ciudadanos que defienden las libertades y reconocen el sufrimiento de las víctimas y su papel en la defensa de las libertades". Les animó a continuar en el camino de "construir convivencia y ciudadanía" y añadió que el acto había servido "para imaginar que una parte de nuestros seres queridos están aquí, en el corazón de esta ciudad", dijo. "Esta placa brillará con luz propia en la sede por haber sido concedida por ciudadanos sin significaciones políticas", concluyó. Por su parte una emocionada Maite Pagazaurtundúa reclamó "el apoyo" de las instituciones para que las víctimas "no se sientan marginadas", y apeló al papel de éstas como "capital esencial" para evitar "que los ahora niños sean asesinos dentro de 10 años".

"LO QUE NECESITEIS" El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara asistió al acto, acompañado por varios de sus consejeros y por el expresidente Ibarra. "Lo que necesitéis lo vais a tener. Mientras podamos no os va a faltar de nada, porque creo que es de justicia y porque creo que os lo debemos", afirmó. El presidente se refirió a un reciente viaje a Euskadi, donde en un acto con el lehendakari, Patxi López, se dio cuenta de que hay cosas que están cambiando. "Hablé en el frontón de Baracaldo (Vizcaya), y tras de mí estaban las banderas de España, Extremadura y la vasca", dijo.

Al compromiso con las víctimas se refirió la alcaldesa Carmen Heras, que presentó el monolito que se instalará en el parque de Nuevo Cáceres. Será una escultura de siete metros en hormigón blanco que simula una llama. Diseñada por Andrés Talavero, la obra se completará con una placa de bronce que reflejará la luz del sol y una instalación luminosa de bajo consumo que estará permanentemente encendida. El conjunto lo completarán dos cipreses y otra pieza que se colocará junto a esta donada por los vecinos de Nuevo Cáceres. Se trata de un libro realizado en hierro por un vecino, Eustasio Sánchez, en el que aparece la inscripción: "La ciudad de Cáceres a las víctimas del terrorismo. Siempre en nuestros corazones".

Por su parte el presidente de Nuevo Cáceres José María Tovar tuvo emotivas palabras para uno de los presentes en la sala. "Es un niño de unos meses, Pablo, que no va a conocer a su abuelo porque unos sinvergüenzas le sajaron la vida". El abuelo de Pablo es una de las víctimas extremeñas asesinadas por ETA, y padre de Virginia Sánchez, vicepresidenta del colectivo en la región.